El alemán Thomas Bach lideró este miércoles en la Villa Olímpica de Río de Janeiro un homenaje a los fallecidos durante la celebración de los Juegos, en especial a los deportistas israelíes que murieron en Múnich'72.
Bach inauguró la denominada Plaza del Duelo en la Villa de atletas, en donde se descubrió un sencillo monolito con el mensaje, en inglés y en francés, "Siempre os tendremos en nuestros corazones", y encima del mismo dos piedras procedentes de Olimpia como símbolo del nacimiento de los Juegos Olímpicos.
Acompañado por deportistas, miembros del Ejecutivo del COI, delegados de comités nacionales, otros invitados y algunos familiares de los fallecidos, quienes consideraron que con este emotivo acto se saldó una deuda que estaba sin saldar.
"Aquí en la Villa Olímpica, en este lugar tan rico con tanto significado para todos los olímpicos, queremos dedicar a los deportistas un espacio. Hemos elegido la Villa Olímpica para crear la Plaza del Duelo porque simboliza la unidad de la familia olímpica", indicó el alemán.
Durante la ceremonia, Bach dedicó un tributo especial a las víctimas del atentado del grupo terrorista Septiembre Negro en los Juegos de Múnich que le costó la vida a once deportistas y entrenadores del equipo de Israel, cuyos nombres leyó uno por uno.
Señaló que estos ataques fueron un asalto para los valores del Olimpismo. "Los Juegos siempre son una afirmación de vida, así que hoy conmemoramos la afirmación de sus vidas", señaló en presencia de las viudas de dos de las víctimas
El presidente del COI también honró la memoria de todos los atletas, dirigentes y demás personas que fallecieron durante la celebración de unos Juegos. Como representante de todos ellos mencionó al georgiano Nodar Kumaritashvili, piloto de luge que murió en un accidente durante unos entrenamientos antes de competir en los Juegos de Invierno de Vancouver (Canadá) de 2010.
Los participantes en el acto guardaron un minuto de silencio y sonó el himno olímpico.