El último gran éxito del judo español se remonta a un lejano 18 de septiembre del año 2000. Ese día, Isabel Fernández mejoró con la conquista del oro en los Juegos de Sydney el bronce que había logrado cuatro años antes en Atlanta, en la primera de sus cuatro participaciones olímpicas.
Su victoria en la final de menos de 57 kilos ante la cubana Driulys González brindó la última alegría olímpica al judo nacional, incapaz en los tres Juegos siguientes -Atenas 2004, Pekín 2008 y Londres 2012- de volver a situar a otro representante en el podio.
A esas dos preseas de Isabel Fernández, España agrega otras cuatro en el palmarés olímpico de la disciplina: los dos oros que Miriam Blasco y Almudena Muñoz -la primera y segunda campeonas olímpicas españolas de la historia- lograron en Barcelona 1992; y la plata y el bronce que Ernesto Pérez Lobo y Yolanda Soler conquistaron en los Juegos de Atlanta 1996.
Seis recuerdos demasiado lejanos para un deporte, el judo, que busca nuevos referentes dieciséis años después del éxito de Isabel Fernández en Sydney.
"Una medalla en los Juegos Olímpicos es muy cara", recalcó en declaraciones la vallisoletana Miriam Blasco, "pero el judo ya la necesita". "Ojalá se dé en Río de Janeiro", deseó.
Cinco únicas opciones tendrá el judo español en la ciudad brasileña. La cordobesa Julia Figueroa y el madrileño Fran Garrigós abrirán la competición este sábado, día 6, en las categorías de menos de 48 y menos de 60 kilos, respectivamente.
Una jornada más tarde la valenciana Laura Gómez y su marido, el vitoriano Sugoi Uriarte, quinto clasificado en Londres 2012, irrumpirán en el Arena Carioca 2 para comenzar las eliminatorias en menos de 52 y menos de 66 kilogramos, respectivamente.
María Bernabéu, de padre alicantino y madre guineana y subcampeona mundial en el año 2015, cerrará la participación española el día 10, con su aparición en la categoría de menos de 70.
Ella completa la representación más baja del judo desde su inclusión en el programa olímpico en los Juegos de Barcelona 1992.
A esa cita acudieron doce judocas españoles. En Atlanta el número se redujo a nueve. A Sydney 2000 viajaron 12. Y tras los diez de Atenas 2004, en los que Isabel Fernández, Kenji Uematsu y Óscar Peñas debieron conformarse con el diploma, se confirmó la caída.
En Pekín 2008 sólo compitieron seis (Esther San Miguel, Leire Iglesias, Ana Carrascosa, Isabel Fernández, David Alarza y Óscar Peñas). Ese número que se repitió en Londres.
Cinco serán en Río de Janeiro los candidatos a suceder a Isabel Fernández en el podio de unos Juegos Olímpicos.
Esa es la motivación y el desafío que comparte el experimentado Sugoi Uriarte con su esposa Laura Gómez -primeriza en el evento- y con los también debutantes Fran Garrigós, Julia Figueroa y María Bernabéu.
Las dos últimas son, apriori, las más sólidas opciones del reducido equipo judoca español.
"Creo que María Bernabéu, plata en los últimos Mundiales, es una muy buena opción junto a Julia Figueroa, la española que está más arriba en el ránking mundial (es quinta). Laura Gómez y Sugoi Uriarte también tendrán sus opciones y Fran Garrigós es uno de los jóvenes valores de este deporte", analizó Miriam Blasco.
Río de Janeiro marcará el futuro del judo español. Necesita al menos una medalla. Tiene cinco opciones para lograrla.