El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, afirmó que la reunión de este sábado en Lausana en la que se determinará la participación de los atletas norcoreanos en los JJOO de PyeongChang muestra como el deporte puede contribuir al diálogo."Aquí estamos, hablando sobre deporte y sobre los Juegos Olímpicos y esto muestra que el deporte puede siempre construir puentes y ser una plataforma de diálogo", dijo Bach a la prensa antes de comenzar la reunión.
En este encuentro cuatripartito participan una delegación de Corea del Norte, una de Corea del Sur y una del comité organizador de PyeongChang 2018 junto con los representantes del COI.
Lo que queda por decidir es si en los Juegos Olímpicos de Invierno -que comenzarán en el condado surcoreano el próximo 9 de febrero- participarán o no atletas norcoreanos y cuántos y en qué deportes.
Además, en el caso de que participen atletas, queda por saber si algunos de ellos lo harán en los Juegos Paralímpicos.
En su discurso inaugural ante los invitados, Bach dijo que están llevando a cabo este proceso basado "en la creencia de que los Juegos Olímpicos están más allá de las tensiones políticas".
"En el deporte político todos somos iguales, sin tener en cuenta de dónde venimos o quiénes somos: Norte o Sur, Este u Oeste, mujeres o hombres, rivales o amigos", afirmó.
Agregó que los JJOO de PyeongChang "han abierto la puerta al diálogo pacífico en la península coreana". "Nuestra reunión muestra que el deporte olímpico siempre construye puentes. Nunca construye muros", aseveró.
En previas reuniones mantenidas por representaciones de los dos países ya se decidió que se conformaría para los Juegos una selección conjunta de hockey femenino de hielo.
Además, por primera vez en doce años, la dos Coreas desfilarán juntas y bajo una misma bandera en la apertura de unos JJOO, algo que ya ha ocurrido en otras tres ocasiones.
Todo este proceso comenzó cuando el líder norcoreano, Kim Jong-un, expresó en su discurso de principio de año su deseo de mejorar lazos y enviar una delegación a PyeongChang.
Le siguió una histórica reunión mantenida entre los dos países -que técnicamente aún están en guerra- a principios de enero, en la que decidieron acercarse gracias al evento deportivo en aras a apaciguar las aguas tras un 2017 de altas tensiones.