La asamblea del COI respaldó este martes la decisión que tomó en diciembre la Ejecutiva del organismo de autorizar la participación en PyeongChang 2018 de solo un grupo de deportistas rusos bajo bandera olímpica, aunque el apoyo fue precedido por un largo y, en algún momento, agrio debate.Solo dos abstenciones, las del canadiense Richard Pound y el británico Adam Pengilly, se registraron en la votación para secundar la postura de la Ejecutiva que preside el alemán Thomas Bach ante la corrupción del sistema antidopaje en Rusia.
Mientras el Comité Olímpico Internacional (COI) analizaba este asunto, otros 32 deportistas rusos que fueron excluidos de los Juegos de invierno de PyeongChang han presentado recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) reclamando su derecho a ser invitados a la cita, cuya ceremonia de inauguración se celebrará este viernes.
La 132 Sesión del COI comenzó sus trabajos en PyeongChang con el debate sobre el dopaje en Rusia y la participación de sus deportistas en los Juegos. Este asunto acaparó las tres primeras horas de reunión, con un cierre casi generalizado de filas en torno a las decisiones tomadas por la Ejecutiva del organismo.
Richard Pound, decano y exvicepresidente del COI y expresidente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), rompió la unidad al acusar a sus compañeros de excesiva benevolencia con el equipo ruso.
"Hablamos más que andamos", dijo. "Los deportistas y el público no creen que sus intereses estén protegidos".
"Estoy de acuerdo en que necesitamos recuperar a Rusia para la familia olímpica, pero con nuestras condiciones, sin soportar sus negaciones o sus ataques", indicó Pound ante sus compañeros de asamblea.
También criticó el trato deficiente dado por el COI a los confidentes que han ayudado a destapar los casos de dopaje en Rusia.
Las palabras de Pound fueron replicadas por el argentino Gerardo Werthein, quien aludió al afán de protagonismo del canadiense y sintió que estaba "desacreditando" al COI.
El suizo Denis Oswald, que dio nombre a la comisión del COI encargada de estudiar la manipulación del sistema antidopaje en los Juegos de Sochi (Rusia) 2014, y que suspendió a 42 deportistas, lamentó los rumores que señalan que el COI podría haber perdido de forma deliberada los 28 casos cancelados por el TAS.
"Eso es un insulto al COI, a mi comisión y a mí mismo", afirmó Oswald.
El pasado 1 de febrero el TAS admitió "por insuficiencia de pruebas" los recursos de 28 de los 42 deportistas rusos a los que el COI había suspendido por violación de las reglas antidopaje en los Juegos de Invierno de Sochi 2014.
No obstante, el COI no los invitará a los Juegos por considerar que no está garantizada su limpieza.
Durante la Sesión quedó abierta la posibilidad de que un buen comportamiento de la delegación rusa en los Juegos permita a sus 168 deportistas desfilar tras su bandera en la ceremonia de clausura.
Para ello tendrán que cumplir "en el espíritu y en la letra", advirtió el presidente Bach, las reglas impuestas por el COI, como la renuncia total a sus símbolos o equipaciones.
También se tendrá en cuenta el comportamiento de los seguidores rusos, "siguiendo el modelo de los clubes de fútbol, que son responsables de la actitud de sus seguidores", explicó Nicole Hovertsz, de Aruba, responsable del panel que gestiona las invitaciones a los deportistas rusos.
"No se puede vigilar a cada individuo ni tener en cuenta cada incidente. Nos fijaremos en el comportamiento general. Nuestro criterio será abierto y algo flexible", dijo Hoevertsz.
El miembro ruso Shamil Tarpischev expuso que el COI había "fallado" a los deportistas de su país al no incluir entre la lista de invitados a participar a muchos que, según afirmó, nunca han tenido relación con el dopaje.