Adrian R. HuberGangneung (Corea del Sur), 24 feb .- El español Javier Fernández, que rescató su 'SuperJavi', el japonés Yuzuru Hanyu y las rusas Alina Zagitova -campeona olímpica con sólo 15 años- y Evgenia Medvedeva, brillaron de nuevo en la Gala de Exhibición de patinaje artístico de la jornada de clausura de los XXIII Juegos Olímpicos de invierno, que tuvieron como sede la surcoreana PyeongChang.
Fernández, de 26 años, doble campeón mundial, séxtuple de Europa y bronce olímpico en la prueba en la que revalidó título Hanyu -con el que comparte pista de entrenamientos, en Toronto (Canadá); y entrenador, el canadiense Brian Orser- decidió rescatar su programa de exhibición más reconocido internacionalmente en su despedida olímpica, volviendo a levantar al público de sus asientos. En una gala en la que también se despidieron de los Juegos los canadienses Tessa Virtue y Scott Moir, los únicos patinadores con cinco medallas olímpicas, entre ellas, tres de oro.
En una gala en la que patinaron los mejores entre los más destacados en los Juegos de PyeongChang -incluidos todos los medallistas de la cita invernal surcoreana (salvo el dúo alemán que ganó el oro por parejas, Aljona Savchenko y Bruno Massot)-, también destacó la pareja norcoreana integrada por Ryom Tae Ok y Kim Ju Sik, que fue fuertemente aplaudida por el público. En unos Juegos que pretendieron, al menos, escenificar la distensión entre las dos naciones que ocupan la península de Corea; que, técnicamente, siguen en guerra, después del muy sangriento conflicto bélico que las enfrentó a mediados del pasado siglo.
Aparte de su enorme talento, el patinador madrileño rebosó simpatía y jovialidad durante su actuación en el Gangneung Ice Arena, el Palacio de Hielo en el que hizo historia al convertirse en el cuarto español en ganar una medalla olímpica en unos Juegos de invierno. Después de las logradas por los hermanos Paco y Blanca Fernández Ochoa el siglo pasado, en esquí alpino; y el 'rider' ceutí de la federación andaluza Regino Hernández, dos días antes que él, en la prueba de boardercross de snowboard, asimismo en Corea del Sur.
Hanyu, doble campeón olímpico y mundial a los 23 años, volvió a encandilar a su legión de seguidores, que durante los dos programas -corto y libre- de la competición olímpica volvieron a llenar (literalmente) el hielo del Gangneung de peluches del osito 'Winnie the Pooh', algo que ya es habitual cada vez que el talentoso nipón compite.
Destacaron una vez más las rusas Alina Zagitova, que con 15 años destronó, en su primer año como sénior a la anterior reina, su compatriota la no menos talentosa Evegenia Medvedeva, que en 2016 y en 2017 festejó dos títulos mundiales y otros dos europeos; y que en Corea del Sur se tuvo que conformar con la plata.
En la gala también brillaron este domingo la japonesa Satoko Miyahara -cuarta en la prueba olímpica-, que encandiló con música española, al son del concierto de Aranjuez, del maestro Rodrigo; la canadiense Kaetlyn Osmond -bronce con su Cisne Negro en el programa largo- o la pareja italiana que integran Anna Cappellini y Luca Lanotte, con su mezcla de bandas sonoras de las películas de Charles Chaplin, entre ellas Candilejas y Tiempos Modernos.
Entre todos ellos, que se reagruparon al final de la exhibición en el centro de la pista, destacó de nuevo Fernández, el perfeccionista de Cuatro Vientos, todo un ejemplo de superación y coraje. 'SuperJavi', que fijó de nuevo con fuerza a España en el mapamundi del deporte invernal durante este pasado ciclo olímpico, se lució de nuevo en PyeongChang.