Gustavo BorgesMéxico, 18 mar .- Medio siglo después de su récord mundial de 8,90 metros que marcó un antes y un después en la historia del salto de longitud, el estadounidense Bob Beamon regresará este año al Estadio Olímpico de México, donde logró la hazaña en 1968.
Con arrugas que delatan el paso del tiempo y su cabeza despoblada de cabellos, Beamon aparecerá en México, donde volverá a mostrar su sonrisa como uno de los invitados de lujo para celebrar el aniversario 50 de los Juegos de la XIX Olimpiada, los primeros en suelo latinoamericano.
El Comité Organizador de los festejos tiene entre sus planes invitar al legendario deportista para que visite el país en coincidencia con el maratón de la Ciudad de México, el 25 de agosto, cuatro días antes del cumpleaños 72 del deportista, que revivirá su momento de mayor gloria en el lugar de los hechos.
Marcado con el número 254, con una camiseta azul y short blanco el 18 de octubre de 1968 el joven Beamon miró al horizonte, hizo una arrancada como de velocista y aprovechó las condiciones de aire para mejorar la plusmarca mundial por 55 centímetros. Al tocar el suelo dio tres saltos como de canguro y esperó la medición de los jueces.
Durante varios segundos el mundo pareció paralizarse en el Estadio. Nervioso, el atleta trotó en espera del resultado y al conocerlo experimentó una catarsis por la dimensión de la hazaña, bautizada como "el salto del siglo".
La invitación a Bob se unirá a las de otros campeones de México'68, entre ellos el mítico nadador estadounidense Mark Spitz, campeón en los relevos de 4×100 y 4×200 estilo libre, y el gimnasta japonés Sawao Kato, oro en el concurso individual y en las finales de piso y por equipos.
La remodelación de la mayoría de los escenarios de competencia y la celebración de numerosos actos públicos formarán parte de las celebraciones, según confirmó en su momento el alcalde de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, quien anunció más de 80 eventos desde ahora hasta octubre.
Los Olímpicos de México 1968 fueron los primeros en los que hubo televisión a color y en los que se estrenaron los controles de dopaje, además de que por primera ocasión hubo una Olimpiada cultural y se usaron pictogramas para identificar los deportes.
La corredora de vallas Enriqueta Basilio fue la primera mujer que encendió el pebetero en la ceremonia inaugural, otro acto que será recordado como parte de las celebraciones hasta octubre.
Además de Beamon, Spitz y Kato, el alcalde Mancera invitará a México, entre otras luminarias, al keniano Kipchoge Keino, campeón de los 1.500 metros planos, a la polaca Irena Szewinska, oro en 200, y al tanzano John Stephen Akhwari, quien dio una bella muestra de pundonor al terminar el maratón, último, pese a una caída y a los problemas que le causó la altitud.
Los mexicanos Felipe Muñoz, campeón en los 200 metros estilo braza del concurso de natación, Ricardo Delgado, monarca de peso mosca del torneo de boxeo, y Antonio Roldan, rey en la categoría pluma, encabezarán a los medallistas y finalistas olímpicos mexicanos que serán homenajeados.
De acuerdo con el programa se espera que en algún momento del año el presidente del Comité Olímpicos Internacional, el alemán Thomas Bach, visite el país y esté presente en las celebraciones.
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