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Samaranch prevé que próximos JJOO tendrán "un riesgo financiero cercano a 0"

Natalia ArriagaMadrid, 9 abr .- Las próximas ediciones de los Juegos Olímpicos podrán organizarse "con un riesgo financiero cercano a cero", aseguró Juan Antonio Samaranch, vicepresidente del COI, que cree que está "calando el mensaje" de que los Juegos son "algo bueno para los territorios" y "no la fiesta extravagante que proponían algunos políticos".
Samaranch atribuyó a este cambio de filosofía el interés de siete países por organizar los Juegos de invierno de 2026, después de que solo dos ciudades optasen tanto a los de 2022 como a los de 2024.
El COI está "razonablemente satisfecho, pero no relajado" ante este renovado ímpetu, que se ha traducido en una extensa lista de precandidatas formada por la austríaca Graz, la canadiense Calgary, las italianas Cortina d'Ampezzo, Milán y Turín, la japonesa Sapporo, la sueca Estocolmo, la suiza Sion y la turca Erzurum.
La 'Nueva Norma' creada por el COI para este proceso de candidatura facilitará, dijo el vicepresidente a Efe, que "organizar los Juegos de invierno cueste a partir de ahora entre 1.200 y 1.500 millones de dólares".
Este presupuesto organizativo se elevó a 2.400 millones en los recientes Juegos de PyeongChang (Corea del Sur) y a 10.800 en los de Sochi (Rusia) 2014.
"En esta fase de diálogo vamos a ayudar a las ciudades a diseñar el mejor proyecto para que sea posible organizar los Juegos de una manera mucho más razonable y con un riesgo financiero cercano a cero", destacó Samaranch.
El COI y las federaciones, explicó, han "reducido drásticamente sus requisitos" en cuanto a número de asientos en los estadios, pistas de entrenamiento, alojamiento o zonas de hospitalidad.
"Se trata de hacer 'reingeniería' de cómo funcionan los Juegos, salvaguardando desde luego a los atletas", advirtió, "porque los sitios de competición tienen que ser los mejores del mundo".
También se analizará con las ciudades aspirantes su proyecto de inversiones en infraestructuras para que las nuevas instalaciones "sean parte del plan de desarrollo del territorio a largo plazo".
Entre las precandidatas de 2026 ahora anunciadas hay algunas, mencionó el vicepresidente, que no cuentan con un trampolín de saltos de esquí o con una pista de bobsleigh "ni tampoco con un plan para hacer un centro de entrenamientos de esa especialidad".
"Entonces, por primera vez, pueden llevarse esos deportes a otra zona, a otra ciudad o incluso a otro país", señaló.
Una tercera vía de ahorro de costes es la transferencia de una ciudad a otra de "toda la parte tecnológica que hay detrás de los Juegos, y que cuesta centenares de millones", para que los organizadores "no tengan que empezar de cero en materias como venta de entradas, gestión de resultados, logística, informática, seguridad".
"Todo esto puesto en una bolsa significa que los Juegos de invierno a partir de ahora deberían costar entre 1.200 y 1.500 millones de dólares. Si luego hay una ciudad que quiere hacer un nuevo aeropuerto, eso ya es otra cosa", advirtió.
Con estas medidas el COI pretende "ayudar a las aspirantes a explicar a sus ciudadanos que los Juegos son, no buenos, buenísimos para los territorios".
Samaranch dijo que el COI no tiene "ningún miedo" a los referéndums que, sobre todo en Europa, han enterrado recientemente varias candidaturas olímpicas.
"Hasta ahora, cuando una ciudad quería ser aspirante, tenía que asistir a un debate político interno entre los grupos del sí y los del no, que acababa en un referéndum que se ha perdido demasiadas veces", recordó.
"Con el nuevo sistema, quienes piensen que los Juegos son negativos podrán legítimamente hacer campaña por el no. Pero los que piensen que son algo bueno para la comunidad tendrán argumentos para demostrarlo. En esas condiciones estamos dispuestos a jugar. Los referéndums se ganarán o se perderán, pero serán partidos que se jugarán en justicia", expuso el dirigente olímpico.
Samaranch celebró la proliferación de candidaturas del continente europeo, "la cuna de los deportes de invierno", después de que los años de crisis económica "creasen un caldo de cultivo en el que era muy difícil promover esa fiesta extravagante que proponían algunos políticos con los Juegos Olímpicos".
"Ya no son una fiesta extravagante, son un catalizador para proyectos ya existentes de desarrollo de un territorio. Creo que en Europa el mensaje ha calado y nos causa mucha alegría", afirmó.
La relación definitiva de candidatas a los Juegos de 2026 será decidida por el COI el próximo octubre en Buenos Aires, pero al vicepresidente del organismo le "extrañaría mucho" que siguieran siendo siete.
"No vamos a fomentar un alto número de candidatas. No queremos hacer una fábrica de perdedoras. Cuando todas las aspirantes hayan entendido la magnitud del proyecto y veamos las que tiene más apetito y a las que los Juegos les encajan mejor, decidiremos cuáles son las candidatas. No sé si serán dos, cuatro o cinco", indicó.
Tampoco ve probable Samaranch que vuelvan a concederse dos Juegos a la vez, como se hizo el pasado septiembre con las ediciones de 2024 (París) y 2028 (Los Ángeles).
"Aplicamos entonces la nueva idea del COI de emplear la máxima flexibilidad. En una situación difícil vimos una oportunidad única. Pero ahora", aclaró, "no tenemos ningún motivo estratégico para dar juntos los Juegos de 2026 y de 2030. No digo que eso no se vuelva a hacer, pero no está en nuestros planes ni en nuestro ADN".
Samaranch celebró el "escenario bastante despejado" que se le abre al COI a corto y medio plazo con los Juegos de Tokio 2020, Pekín 2022, París 2024 y buenas candidaturas para 2026.
"Tokio ya está en capilla. Hemos tenido tiempo de cambiar muchas cosas del proyecto ganador, de obligarles en algunos casos, porque tenían que bajar el coste. Que no puede ser", subrayó con firmeza. "Que no está justificado gastar tanto dinero".
El COI está "confiadísimo" en la capacidad organizativa de Tokio, al igual que en la de Pekín para 2022. Samaranch preside la comisión de coordinación de estos Juegos, que tienen "problemas muy menores" y que se benefician de la experiencia y los profesionales de los recientes Juegos de verano de 2008.
"En Pekín saben lo que tienen que hacer, tiene las instalaciones, la experiencia, la disciplina y la financiación", dijo. "Si una cosa tenemos que hacer es asegurarnos de que no sobreinvierten. Les llueven los patrocinadores. El legado tiene que ser una bolsa de dinero para fomentar el deporte olímpico en China durante los próximos decenios".
Respecto a París, donde ya se empieza a temer un aumento del presupuesto respecto a los cálculos iniciales para los Juegos de 2024, Samaranch apuntó que hay tiempo para trabajar en los ajustes.
"Nuestro interés es que los Juegos se hagan con menos. Hay que pasar de ser rico a ser inteligente. La inteligencia te ahorra miles de millones", afirmó el vicepresidente.

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