El extécnico de la selección brasileña de gimnasia artística masculina Fernando de Carvalho Lopes, acusado por unos 40 deportistas de abusos sexuales, negó este miércoles todas las sospechas ante una comisión del Senado y se dijo "víctima" de una intriga.El antiguo entrenador, destituido antes de los Juegos Olímpicos de Río 2016, cuando estalló el escándalo, compareció ante una comisión dedicada a investigar malos tratos en el deporte y admitió que en su trabajo siempre fue riguroso, pero negó haber abusado de algún gimnasta.
"En los entrenamientos soy riguroso, digo malas palabras y hasta insulto, pero nunca abusé de nadie", declaró Carvalho Lopes, quien consideró que las acusaciones de los deportistas pueden ser parte de "una venganza", cuyo origen no supo explicar.
"Nunca estaba solo con mis deportistas. Siempre cuando trabajaba había padres en las tribunas o personas que transitaban", por lo que los hechos denunciados "ni siquiera podrían haber ocurrido", afirmó.
Carvalho Lopes también aceptó que la comisión del Senado suspenda su derecho al secreto fiscal, telefónico y telemático con el objeto de que la investigación sea profundizada.
En el plano judicial, el caso está en manos del Ministerio Público de Sao Paulo, que investiga los hechos desde hace dos años, cuando surgieron las primeras denuncias contra el exentrenador.