El coronavirus no es el único inconveniente en los Juegos Olímpicos Tokio 2020. Resulta que las ostras no han querido perderse la cita bajo los cinco aros y es que un inesperado incremento de los moluscos ha complicado la preparación de la competencias de remo y piragüismo esprint.
El campo de regatas, Sea Forest Waterway en la bahía de Tokio, será la sede de las competencias de remo y piragüismo esprint. En particular, el remo es uno de los deportes que arrancará horas antes de la ceremonia inaugural de los Juegos.
En una prueba realizada por los organizadores, advirtieron que los elementos flotadores colocados en el agua para contener el movimiento de las olas habían comenzado a hundirse. Una enorme cantidad de las otras del tipo "magaki" eran las responsables. Estos moluscos son considerados uno de los alimentos estrella de Japón.
El comité organizador tuvo que trabajar en tiempo récord. Un gran equipo de buzos tuvo que limpiar todo el equipamiento afectado e incluso remolcar parte a tierra para su restauración. Un total de 5,4 kilómetros frente a la línea costera fue la zona afectada para retirar un total de 14 toneladas de ostras. La tarea, además del tiempo, conllevó unas pérdidas económicas de aproximadamente 1,28 millones de dólares.
Uno de los empleados a cargo del mantenimiento del Sea Forest Waterway que estuvo presente en todo el proceso, explicó así la posibilidad de comerse el valioso alimento: "No hemos considerado consumirlos. Eso hubiera acarreado chequeos de seguridad".
El esfuerzo de los organizadores se podrá constatar el próximo viernes 23 a la 1.30 de la mañana hora española. Momento en el que arrancará el remo en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.