La piragüista Teresa Portela ha dado la alegría de este martes 3 de agosto consiguiendo la octava medalla para España. La gallega, a sus 39 años, se ha colgado la medalla de plata. Como no podía ser de otra manera, lo ha celebrado con la euforia de llevar peleándolo desde los Juegos Olímpicos del año 2000.
La piragüista se bajó de la embarcación después de permanecer en ella varios minutos intentando asimilar lo que había conseguido, mirando los tiempos, que dieron mucha emoción al final porque primero la dieron cuarta y luego segunda.
Entre una maraña de integrantes del equipo de la medalla de oro Lisa Carrington, de Nueva Zelanda, Teresa buscaba caras conocidas. En la distancia ya volaban banderas y colores de España con inmensa alegría, pero no tenía de primeras a nadie con quien abrazarse. Y entonces llegó el momento, apareció su marido, David Mascató, y el grito de plata se escuchó en todo el canal Sea Fores, un grito de alegría, de euforia y un abrazo de medalla. Luego ya llegó el resto del equipo, también del combinado español de piragüismo, y más tarde incluso los dos españoles que quedaron octavos en la final de C2 1000m, Cayetano García y Martínez, que se abrazaron a ella maravillados.