El destino se lo tenía reservado. Teresa Portela ha logrado una medalla olímpica en sus sextos, y posiblemente últimos, Juegos Olímpicos, aunque París no queda lejos. Desde Sydney 2000 lo venía buscando la de Cangas, y en una final prodigiosa, maravillosa, en la que completó unos metros finales espectaculares, por fin ha sumado la plata, una medalla histórica, a su palmarés.
Ya salió en el arranque bien Teresa, pero fue de menos a más. No estaba entre las tres primeras en los primeros 100 metros, pero estaba cerca, muy cerca. La segunda mitad de la carrera fue espectacular, con todas las palistas en apenas unos centímetros. Y el final... de infarto de verdad.
Los resultados solo dieron de entrada a Carrington primera, pero el podio no salía. Es más, los primeros resultados dieron a la danesa Jorgensen segunda y a la polaca Marta tercera. Parecía que de nuevo Teresa se quedaba a las puertas del podio, pero no, la corrección de tiempos entró en acción. Teresa había sido segunda, había sido plata con un tiempo de 38.883, por delante de la danesa (38.901) y la polaca (39.170). Un podio en tres décimas. Espectacular sprint final el de Teresa que en la última palada superó a las dos contrincantes de las calles más centrales.
Teresa Portela, en cualquier caso, ya ha había inscrito su nombre en la historia del deporte español, al convertirse en la deportista con más participaciones en unos Juegos Olímpicos, seis ni más ni menos. Tiene 39 años y sus primeros juegos fueron los de Atenas 2004. Desde entonces, cinco diplomas olímpicos. Este martes, SuperMartes, es más histórico aún para ella. Por fin tiene medal, se lo merecía.