2003 fue el último año que los aficionados del baloncesto vieron a Michael Jordan sobre una cancha. Dos años antes había dejado su puesto en los despachos para volver a ponerse la camiseta de jugador en los Washington Wizards. Una etapa que comenzó en la NBA en 1984. Un trayecto que comenzó en el draft tras ser elegido en el tercer pick tras Hakeem Olajuwon y Sam Bowie. Sin embargo, antes de verle con la camiseta de los Chicago Bulls se mostró al mundo en los JJOO de los Ángeles de aquel año. Siendo fundamental para que, ocho años después, el USA Team volviera a colocarse el oro.
Un jugador que comenzó a labrarse un nombre con aquel tiro en la final de la NCAA en 1982 ante Georgetown con Carolina del Norte y que, desde ese momento, comenzó un meteórico ascenso. 40 años se cumplirán el próximo 10 de agosto de aquella histórica final que tras no participar en 1980 en los JJOO de Moscú. superando a la Selección Española. Dos hitos que tenían lugar en el último partido. El cuadro dirigido por Bobby Knight conseguía, tras ser imbatido, un nuevo oro olímpico, y la Selección Española obtenía, entonces, su primera medalla de plata de la historia en unos JJOO.
Un paso que conseguía dar el nuevo jugador del equipo del United Center tras ser elegido en el draft. Una elección que cambió la historia del baloncesto, tanto en la NBA con un equipo que nunca había conseguido un anillo y lo haría en seis ocasiones, y consiguiendo llevar la competición estadounidense un paso más allá.
En aquellos Juegos Olímpicos compartió vestuario con Patrick Ewing, Chris Millin, Sam Perkins, Alvin Robertson. Nimbres que fueron importantes posteriormente en la NBA. Anecdóticamente, ocho años después, EEUU volvería a hacerse con un oro en los JJOO de Barcelona. Algo que en estos próximos de Francia hará por sumar una vez más