La Reina Letizia y el abrazo con María Perez tras su plata en los Juegos Olímpicos

El día no ha podido comenzar mejor para el combinado español en los Juegos Olímpicos. La marcha ha dado dos medallas a nuestro país con el bronce de Álvaro Martín y la plata de María Pérez. Una victoria que vieron de cerca en la Casa Real, que está acompañando a nuestros deportistas en París.

La atleta granaína ha conseguido la plata en la final de 20 kilómetros terminando la carrera en 1h26'19. Y después del triunfo, explotó de emoción después de todo lo que ha sufrido con la lesión de fractura de la vertiente izquierda del sacro que la sacó del mundo del atletismo durante tres meses.

La Reina Letizia se salta el protocolo con María Pérez

En los micrófonos de RTVE, María admitió que había tenido 'un año difícil. "Me ha costado, pero lo he conseguido". Tras quedar cuarta en los Juegos Olímpicos de 2020, la andaluza se ha podido quitar la espinita que tenía en el corazón desde su participación en Tokio: "Sabe a gloria".

"Estaban dando muchos cambios. Tenía que estar ahí. Me he arriesgado en el kilómetro 8, pero lo he conseguido. Esto sabe a gloria. No es la de oro, pero es la de plata. Esta medalla es de todos", ha asegurado María ante los micrófonos de TVE.

Un triunfo que siguió de cerca la Reina Letizia que después de estar con el equipo de waterpolo femenino, acompañó a los atletas de marcha en su competición. Y después del segundo puesto de María Pérez, la ex presentadora se saltó el protocolo para acercarse a saludar a la española, con la que se fundió en un abrazo.

"Una competición muy dura y sufrida en la que has demostrado, María Pérez, tu pasión, tu técnica y decisión para estar, una vez más, entre las mejores del mundo. ¡Enhorabuena! Nos has hecho vibrar con cada una de tus zancadas", han escrito en redes sociales de la Casa Real.

El discurso de Álvaro Martín, un 'tío normal'

El bronce fue para un Álvaro Martín que ha sido aplaudido en redes no sólo por lograr medalla, sino por las declaraciones que dejó en TVE. "Soy un tío muy normal, de pueblo, de un pueblo de 6.000 habitantes del sur de Extremadura, de un club extremeño. Y pensar que puedes ganar una medalla olímpica, es todo un sueño, y también esperanzador para otros que dirán 'Si ese tío es normal, de carne y hueso'. Y luego también orgulloso porque lo he sabido compaginar con mis estudios, dos carreras universitarias y tampoco soy un lumbreras. No me creo un superhéroe ni nada y aún así he conseguido mi medalla olímpica y mi carrera universitaria intentando ser la mejor persona posible", dijo emocionado.