El show de Ayoub Ghadfa en París 2024: la acrobacia que demuestra lo difícil que es derribarle

Los Juegos Olímpicos de París 2024 están sirviendo para reivindicar el nivel del boxeo español. El último en dar una exhibición en Roland Garros ha sido Ayoub Ghadfa tras lograr la victoria en la semifinal de la categoría +92 kilos. El marbellí luchará por el oro el próximo sábado después de que el jurado, por decisión unánime por 5-0, le otorgase la victoria sobre el francés Djamili-Dini Aboudou.

El luchador español asegura de esta manera la medalla de plata y tendrá que batirse contra el uzbeco Bakhodir Jalolov por la disputa del oro, de nuevo en Roland Garros. Pase lo que pase, la de Ghadfa será la segunda medalla del boxeo español en París 2024 junto al bronce de Enmanuel Reyes Pla en la categoría de -92kilos.

El show de Ayoub Ghadfa

A pesar de estar en territorio completamente hostil, Ghadfa no se amilanó ni un poquito en el combate contra su rival francés. Puede que la grada apoyase casi al completo a Aboudou por el hecho de pelear en los Juegos de su país, pero Ayoub demostró que está listo para este tipo de veladas con un público en contra. “Se nota, porque cuando conectaba un golpe me temblaba hasta el cuerpo por la vibración, pero no es nada que me afecte. Lozano me dijo que cuando subes al ring estás solo y nadie le iba a ayudar a él”, cuenta Ayoub sobre lo que le dijo el seleccionador en cuanto al ambiente sumamente hostil de Roland Garrós.

Una grada que, a pesar de estar en su contra, se quedó sin palabras con una acrobacia del púgil español que no ha tardado en viralizarse. Ayoub sufrió un golpe inesperado por parte del luchador francés que le hizo desequilibrarse y caer sobre la lona. Algo que no supuso ningún problema para el español y, para demostrar al árbitro que se encontraba perfectamente a pesar de la caída, se levantó con una pirueta sin ni siquiera apoyar las manos. “Ha salido todo bien, aunque en el tercer asalto me descuidé un poco y bajé la mano, por lo que llegó el golpe y me desestabilicé un poco, pero estaba bien y no me desconcentré”, comenta Ghadfa sobre el momento de la pirueta.

“Desde pequeño hacía esas cosas, era muy habilidoso y quise demostrar que no estaba tocado”, cuenta el marbellí sobre su movimiento al más puro estilo ‘Matrix’. Una manera de demostrar lo difícil que es tumbarle y que sirve de aviso para su rival uzbeco en la final olímpica del sábado.