El pasado martes, los Juegos Olímpicos presenciaron un récord mundial difícilmente repetible. Armand Duplantis, con la medalla de oro ya asegurada, escribió un capítulo más en la historia del atletismo con una marca de 6,25 en salto de pértiga. Esta tarde, Sydney McLaughlin ha hecho lo propio en los 400 metros valla.
Colgándose el oro olímpico, la norteamericana hizo la vuelta a la pista con obstáculos más rápida de la historia para una mujer, logrando un tiempo de 50,37 segundos. Curiosamente, el anterior récord mundial lo había logrado también Sydney McLaughlin, con 50,65 que estableció el pasado 30 de junio en Eugene.
La superioridad de Sydney McLaughlin a sus 25 años es tal, que con esta marca se ha quedado a únicamente 0.20 de ser finalista en París 2024 en 400 metros... sin vallas. Además, fue la primera mujer en bajar de 52 segundos, de 51, de acercarse al 50.
En los pasados Juegos Olímpicos de Tokyo, la estadounidense se llevó la medalla de oro logrando un tiempo de 51,46 segundos. En esta ocasión, Sydney McLaughlin ha recortado en casi un segundo su anterior marca olímpica.
La segunda posición también fue para una atleta norteamericana como es Anna Cockrell, con un tiempo de 51,87 segundos, una marca que no le hubiese servido para batir la última clasificación de Sydney McLaughlin. El tercer lugar ha sido ocupado por la neerlandesa Femke Bol, tardando 52,15 segundos.
Sydney McLaughlin-Levrone all alone in the women’s 400m hurdles
50.37 is a world record! pic.twitter.com/7XXCVZzFBa
— Cameron Tabatabaie (@CTabatabaie) August 8, 2024