Elena Congost y su guía, Mia Carol, han demandado al Comité Paralímpico Internacional (IPC) ante los tribunales de París. La atleta paralímpica sigue adelante en su reclamación de la medalla de bronce en la maratón en categoría T12 de los Juegos Olímpicos de París 2024, que les fue negada por descalificación.
Cabe recordar que Congost cruzó la meta en tercera posición con más de tres minutos de ventaja sobre la japonesa Misato Michishita, que quedó en cuarto lugar. El caso es que la española fue penalizada con la descalificación por haber soltado la cuerda que le unía a su guía durante unos breves segundos justo antes de cruzar la meta, con el único objetivo de evitar que se cayese al sufrir un problema muscular.
El reglamento prohíbe soltar la cuerda del guía en cualquier momento, de ahí la descalificación. Aún así, los abogados de Congost argumentan que este hecho no implicó ningún beneficio deportivo, pues los dos ralentizaron la marcha, y apenas duró "una fracción de segundo" antes de que volvieran a sujetar la cuerda para cruzar juntos la línea de meta.
Además, exponen que la reacción de Congost fue "un puro reflejo de fraternidad y ayuda", y que la atleta, por ser discapacitada visual, "no podía estar segura exactamente del peligro que corría" su guía cuando gritó a causa del dolor.
Elena Congost y su guía ya enviaron una carta al IPC invitándole a reconsiderar "esta absurda decisión". Por contra, el máximo responsable de World Para Athletics, Paul Fitzgerald, respondió que la descalificación "se basó en una clara violación" del reglamento. El presidente del IPC, Andrew Parsons, también aseguró poco después que el "caso está cerrado" pese a admitir que la atleta española "no obtuvo ventaja sino que ayudó a un compañero".
Ahora, los dos atletas han llevado al IPC ante el Tribunal de Primera Instancia de París para solicitar la reparación de los daños sufridos, incluida la concesión de la medalla de bronce.