Oh capitán, mi capitán

La final de la Europa League entre Atlético de Madrid y Olympique de Marsella que terminó en el tercer título rojiblanco en la competición, no pudo tener un mejor final que el tanto de Gabi para cerrar el 3-0.

 
Fue un final de película, o más bien de cuento de hadas, a un partido en el que la presencia de Gabi volvió a ser fundamental para que el equipo rojiblanco fuera el dueño absoluto del encuentro. Simeone le colocó de inicio en el lugar de Thomas para aportar una experiencia vital.
Y es que Koke y Saúl juegan con mayor comodidad cuando Gabi está junto a ellos en el centro. En la última final, la de Champions de 2016, ya fue el mejor de su equipo y en Lyon sólo el doblete de Antoine Griezmann le impidió volver a coronarse.
Aunque para la historia dejó su tanto en el minuto 90. Un disparo seco abajo, imposible para Mandanda que colocaba el 3-0 en el marcador para el cuadro colchonero y que significaba el primer tanto del capitán en una final, además de romper una racha que casi se acercaba a los tres años.
Y es que el madrileño no anotaba un tanto en partido oficial desde el 30 de agosto de 2015, cuando el centrocampista marcó en la goleada en el estadio del Sevilla (0-3). 32 meses y medio sin marcar hasta un tanto al Marsella que le permite ser aún más leyenda del Atlético.