Mono de fútbol, mono de vida
Ya van dos semanas de cuarentena por el coronavirus. Hace dos meses apenas nos tomábamos en serio una enfermedad que había surgido en China y que parecería que se quedaría allí. Pues nada más lejos de la realidad: la pandemia ha alcanzado todos los rincones del planeta y España es uno de los grandes 'puntos calientes' de esta enfermedad.
En estos últimos días nos hemos acostumbrado a ver números de contagios y fallecidos como quien ve simples cifras. Cada uno de esos casos lleva detrás una historia personal y muchos familiares, amigos y conocidos marcados para siempre por este COVID-19.
Al final, la cuarentena es lo de menos para aquellos que se 'libren' de que el coronavirus les toque de cerca. Pero es muy difícil que esto suceda y no nos roce al menos.
El confinamiento nos ha dejado a muchos sin poder ver a nuestras parejas, familiares o amigos y, a veces, esta distancia implica miles de kilómetros sin una certeza absoluta de cuándo se podrán producir esos reencuentros y en qué situación. Algunos podemos estar acompañados mientras que hay personas que, además, tienen que pasar en soledad estos días por simple cuestión de salud.
Por no hablar de todos esos trabajadores que se siguen jugando la vida, en ocasiones literalmente, para poder cuidar o intentar salvar a otras personas que estén en peligro por el coronavirus. Porque las hay, ya que estamos viendo incluso a enfermeros o guardias civiles que han fallecido a causa de esta enfermedad.
Los días pasan y con ellos la incertidumbre de la economía. Y, por favor, cuando hablemos de economía hablemos de la real, de la tangible, de la de miles de personas cuyos ingresos han desaparecido y que no saben cuándo esta crisis les permitirá buscar otro empleo con el que alimentar a sus familias.
👏 Una historia ejemplar: @msilvestre1, de la bici a la frutería de sus padres: "Ellos, mejor que estén en casa" https://t.co/mUkaZn7Z9U
— ElDesmarque (@eldesmarque) March 29, 2020
Y seguro que me estoy dejando a algún grupo social que esté pasando por una situación de sufrimiento. Nunca me gustan estos discursos en los que siempre me queda esa sensación de que alguien no ha recibido su merecido reconocimiento. Por supuesto que lo merecen todos aquellos que han aportado su granito de arena con donaciones, aunque recordemos que la fuente de ingresos principal de la sanidad son los impuestos y los problemas sanitarios no sólo existen en casos de crisis mediáticas.
Vamos a poner toda nuestra fuerza en recordar estos ejemplos e intentar ayudar. Es lo único que es necesario en este momento. Por favor.
Aunque no lo pueda parecer por estas ideas que se me pasan por la cabeza y que vierto aquí, quiero recordar que este blog va sobre fútbol. Pero en estos días el balón no corre. Yo soy el primero que tiene mono de fútbol sí, pero tengo más mono de vivir.