Luka Modric, cuando los premios no hacen justicia
Reportar vídeo
Por favor, indica por qué quieres reportar este vídeo:
Cuando dentro de unos años se analice la plantilla del Real Madrid tres veces campeón de Europa en cuatro años, nombres como Cristiano Ronaldo, Sergio Ramos, Karim Benzema, Marcelo o Gareth Bale vendrán a la mente, aunque hay un futbolista sin el que no se entiende este equipo: Luka Modric.
El croata ha sido el encargado de enlazar defensa y ataque durante todos estos años en un equipo tan 'partido' en muchas ocasiones como es el Real Madrid. Su importancia es vital, ya sea en la conducción de balón, generando ocasiones con sus pases entre líneas e incluso en su ayuda en tareas defensivas.
Después de pasar el periodo de adaptación de su primer año, el juego del Real Madrid ha girado en torno a él, tanto que, en su ausencia, el equipo se ha resentido tal y como sucedió en la 2014/15.
Sin embargo, los reconocimientos le han llegado con cuentagotas, hasta el reciente Balón de Oro del Mundial de Clubes recibido en Abu Dabi después de sus dos partidazos ante Al Jazira y Gremio. La alargada sombra de las otras estrellas blancas ha impedido siempre que Modric se lleve galardones que, en otras circunstancias, serían para él sin ninguna duda. Tampoco le ayuda el hecho de no haber conseguido algún gran logro con su selección, Croacia.
Sin ir más lejos, sólo en dos ocasiones ha estado entre los finalistas para llevarse el Balón de Oro. El año pasado cayó hasta el 17º puesto, empatado con su compañero en el centro del campo merengue Toni Kroos, otro futbolista imprescindible en el engranaje madridista.
Este año, France Football sí tuvo en mayor consideración al balcánico, aupándole hasta el quinto puesto de la clasificación, como el mejor en su posición. En el once ideal del año sí suma ya tres titularidades, así como el mejor centrocampista de LaLiga Santander en 2014 y 2016 y de la Champions en 2017.
Reconocimientos que catalogarían al nivel de estrella a un futbolista que, sin embargo, parece vivir mejor alejado de los grandes focos y centrándose en lo que mejor sabe hacer: jugar al fútbol.
