...Y al final no se presentó el Málaga
Se jugó y se perdió. De hecho, el Reus le pintó la cara al Málaga este domingo en La Rosaleda. Cuando un equipo no comparece, el reglamento dice que se le da el partido por perdido por 3-0. Precisamente, el resultado que sacó el conjunto rojinegro en Martiricos, un club moribundo que puede ser excluido de la categoría en las próximas semanas y que coquetea con la desaparición, pero con un grupo de jugadores que han demostrado tener nivel de sobra para jugar en LaLiga 1|2|3. También puso de su parte un esperpéntico Málaga que si quiere volver a Primera debe mejorar pronto y mucho. Así no se asciende.
No era un partido normal. Los prolegómenos del encuentro estuvieron marcados por las varias y sentidas ovaciones a los jugadores del Reus por la dramática situación que atraviesa. Pero cuando el balón echa a rodar no hay tiempo para guiños ni reconocimientos. Los jugadores del conjunto rojinegro salieron a competir, con poco que perder y demostrando que están en Segunda por méritos deportivos pese a la nefasta gestión de la entidad.
Así, el primer golpe lo dieron los visitantes en el minuto 11. Borjita remató de cabeza (y sin oposición) un buen centro de Gus Ledes desde la derecha y abrió el marcador, dejando La Rosaleda más fría de lo que ya estaba de por sí. En lugar del Reus, el que parecía no haberse presentado al partido fue el Málaga, que comenzó a despertar tímidamente a raíz del 0-1, pero combinando con poca frescura y velocidad en tres cuartos de campo, donde se cocina el peligro.
Sin ideas y sin fútbol
La primera ocasión clara de los blanquiazules llegó en el minuto 26 a la salida de un córner, pero N'Diaye no acertó en ninguno de los dos remates de los que dispuso en el área pequeña de Pol Freixanet. Las aproximaciones más peligrosas llegaron a balón parado, prueba de la planitud y la falta de ideas de un Málaga muy espeso a la hora de crear juego. Los aplausos de La Rosaleda al Reus previos al encuentro se convirtieron en una sonora pitada para los suyos al descanso tras un primer tiempo horrible del cuadro dirigido por Muñiz.
El asturiano, obviamente, no podía estar contento con lo que vio sobre el verde en los primeros 45 minutos y decidió agitar el árbol, dejando en la caseta a Juanpi y Dani Pacheco y dando entrada a Hugo, que debutó con el primer equipo este domingo siendo todavía un juvenil, y Renato Santos. El equipo cambió de cara. Sin desplegar un gran juego, el Málaga mostró mucha más ambición, más hambre. Muñiz debió pedir verticalidad a los suyos, que protagonizaron varias llegadas peligrosas sin éxito en el arranque del segundo tiempo.
Ridículo general
Sin embargo, todavía quedaban golpes por recibir, y de los duros. El equipo adelantaba líneas en busca del empate, y el Reus lo aprovechó para salir a la contra. Una de las primeras acabó con Querol quedándose solo frente a Munir y siendo derribado por Diego González. Señaló penalti el colegiado pese a que la acción fue fuera del área por poco y pudo haber un fuera de juego precio, pero no hay excusas. Marcó Gus Ledes y el Reus se puso 0-2 (min. 63) ante un Málaga desquiciado y superado por un rival que puede estar viviendo sus últimos días en la categoría y como club.
Si malo era el resultado, peores eran las sensaciones. El Reus tenía el control del balón y del partido ante un Málaga que parecía un cadáver, llegando tarde a todos los duelos, sin ser capaz de hacer absolutamente nada. Y así llegó el 0-3, obra de Querol, tras una gran jugada combinada de los catalanes, que despertaron hasta los "olés" de una afición que celebró con ironía y sarcamos el tanto rival en seña de protesta por el esperpéntico partido que estaban haciendo los suyos.
