La más absoluta incapacidad

Ni un solo disparo entre los tres palos. Es el resumen del enésimo despropósito del Málaga en este curso. Vino el Sevilla y se llevó los tres puntos con un par de ramalazos, como hicieran antes el Valencia, el Atlético, el Espanyol, el Betis y otros tantos. Un gol y para casa. Sacando provecho de un equipo descompuesto, roto, inerte, incapaz de mostrar el mínimo signo de reacción, incapaz de sacar siquiera rabia o vergüenza torera en el que ha sido siempre uno de los partidos marcados en rojo en el calendario del malaguismo. 
Es evidente que necesita el Málaga un reseteo, una catarsis para romper con todo lo que está ocurriendo este año. Será en Segunda, un empezar de nuevo, porque es evidente que un equipo que suma su quinta derrota seguida es incapaz de lograr el milagro de la permanencia, por muy barata que esté esta temporada. 
El Sevilla volvió a mostrar todas las vergüenzas del Málaga, desde las que se presumen en el banquillo hasta las que quedan patentes sobre el verde. Marcó al cuarto de hora Correa y no necesitó más que templar el choque para dejar nuevamente al malaguismo con la rabia en el cuerpo. 
Se presumía un Málaga distinto porque José González había cambiado hasta cuatro jugadores con respecto al once de la última jornada. Pero es evidente que el mal que asola al equipo no es producto de una o dos piezas mal encajadas, es estructural, de arriba a abajo.
Sin crear una sola ocasión de gol clara, al técnico gaditano le dio un rebrote de entrenador y sacó a Success pasada la media hora de partido dando entrada a En-Nesyri que, más allá de la decisión del penalti, estaba siendo de lo mejor del equipo en las últimas semanas. El cambio llegó ya con el Sevilla mandando en el marcador.
Y es que el cuadro hispalense, casi irreconocible por la cantidad de cambios que introdujo Montela, necesitó muy poco para ponerse por delante. Detallazo de calidad de Nolito para dejar solo a Correa, quien cruzó el cuero para que Roberto recibiera el primero de la noche.
La calidad es algo que se tiene o no. La ausencia de ella es alarmante en el Málaga y el rival necesitó poco, muy poco para ponerse por delante e incluso haberse ido con mayor ventaja en el marcador. Poco mejoró la imagen del equipo tras el descanso por más jugadas a balón parado que les concediera el colegiado. Un trencilla, Del Cerro Grande, que no dejó contento a ninguno de los dos bandos.
Pero excusas al margen, el llamado "pan de los pobres" (como bautizó José a las jugadas de estrategia) debe estar muy rancio o duro, porque nada provechoso se sacó de las distintas faltas o saques de esquina de las que dispuso el Málaga. A la falta de calidad se le une pues la mínima capacidad profesional para poner sobre el verde lo trabajado durante la semana. Y así, es imposible.

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com