Duelo de realidades dispares
Este domingo (16:00 horas, LaLiga123 TV) se cruzan en La Rosaleda dos realidades muy dispares. Se miden el Málaga y el Rayo Majadahonda en un duelo hasta ahora inédito. Dos equipos que parten desde salidas diferentes, pero que compiten sobre el mismo tapete. Un encuentro, a priori, desigual ante un conjunto que obró su propia gesta, viviendo desde agosto su primera experiencia en el fútbol profesional.
Existe un buen ejemplo para dar alcance de la hombrada de este humilde club madrileño. Antes de dar el salto, solo contabilizaba 300 abonados. Al Atlético Malagueño, filial malaguista, acuden a verlo a La Federación un par de cientos más. Un minúscula masa social que se ha visto incrementada de forma sideral. Los majariegos cuentan hoy día con cerca de 1.800 socios.
En lo estrictamente numérico, la brecha es notoria. El Málaga es uno de los buques insignia de LaLiga 1|2|3 y el Rayo Majadahonda, un recién llegado. El conjunto de Martiricos es el equipo con mayor límite salarial con 25,2 millones. Los madrileños lucen los cuartos por el vagón de cola, con 4,05. Una grieta mayúscula pese a que el rival malagueño ha multiplicado casi por cinco su presupuesto.
Un club muy humilde
Es curioso el poco músculo financiero del Rayo, que parte de una de las ciudades con renta per cápita más alta de España, aunque su población sólo asciende a algo más de 70.000 habitantes. Su financiación hasta el brinco era curioso. Las aportaciones del Ayuntamiento, la venta de entradas, los derechos de formación de futbolistas (por Theo Hernández recaudaron dos millones de euros) y el usufructo que le paga el Atlético de Madrid por el Cerro del Espino (alrededor de 250.000 euros) formaban la inmensa mayoría de las inyecciones económicas con las que vivía el club.
Fundado en 1976, el equipo madrileño sobrevive en una LaLiga 1|2|3 de alta exigencia. Este verano acometió una profunda reestructuración en la plantilla, con la incorporación de 18 futbolistas. Una mezcla de veteranos y jóvenes que la dirección deportiva, con Antonio Vilches a la cabeza, ha puesto en las manos de su particular héroe, Antonio Iriondo.
Su situación en el día a día es particular. El Rayo Majadahonda vive de prestado en la Ciudad del Fútbol, donde realiza los entrenamientos semanales. Los partidos los disputa en el flamante Wanda Metropolitano, casa del Atlético de Madrid y anfitrión de la próxima final de la Champions League. Una serie de deficiencias en el Cerro del Espino les hace trasladarse al majestuoso estadio, a 40 kilómetros de su ciudad de origen. Pese a todo ello, los de Iriondo está fuera de la zona de descenso. Ya ha dado varias sorpresas a domicilio y el Málaga en La Rosaleda es su siguiente presa.
