La Rosaleda marcó el empate
Se vivió esta tarde en Martiricos una situación insólita hasta la fecha. El Málaga recibió un gol y se vio por detrás en el marcador en casa. Era el primer tanto en contra y, por tanto, la primera situación adversa de partido. Bela anotó de penalti en el minuto 58 y el encuentro ante el Albacete se puso cuesta arriba. Pero ahí estaba La Rosaleda, rugiendo como nunca y levantando a su equipo en los peores momentos de la temporada en su feudo.
Lo agradecieron y valoraron después en sala de prensa y zona mixta Muñiz y Kieszek y Blanco Leschuk, respectivamente. Porque, ciertamente, fue vital el apoyo del público, sobre todo tras el gol encajado, en el momento en el que más mérito tiene el apoyo. Se puede decir que La Rosaleda marcó el empate, espoleada por una excepcional de Grada de Animación (ahora ‘Fondo Sur 1904’), que alentó desde el pitido inicial de Gorostegui Fernández-Ortega y que encontró la complicidad de todos y cada uno de los 18.709 espectadores que poblaron las gradas de Martiricos en esta tarde del Día de la Hispanidad.
Después, con la llegada de los dos goles de la remontada, el ambiente, de Primera División desde el principio, fue in crescendo, con una sincronía perfecta entre todo el estadio y vítores y cánticos de celebración: “Málaga es de Primera”, es el más escuchado en estos primeros partidos en La Rosaleda. Un estadio, el de Martiricos, que albergó en su zona noble a dos de los consejeros del club, Nasser y a Rakan Al-Thani, que llegaron con el partido ya empezado, y a un malagueño a los mandos del Albacete, Víctor Varela.
