El viejo césped ya es historia

Desde el momento en que acabó el Málaga-Numancia el pasado lunes, la maquinaria se puso en marcha para que el césped de La Rosaleda cambie de piel y esté listo para el próximo partido en casa, que se jugará el sábado 17 de noviembre ante el Nàstic. 

Los dos partidos consecutivos a domicilio, en Pamplona y Gijón, dan margen para efectuar una operación habitual cada invierno. Normalmente se aprovechaba algún parón de selecciones en Primera. Ahora, desgraciadamente, no hay parones y ha habido que esperar a esta coyuntura.

Nada más acabar el partido se empezó a retirar el césped existente y ya está casi completamente pelado el recinto de juego, sólo queda la arena. Se trata de un proceso nada agresivo, es una transición natural y menos drástica, al 'convivir' en el terreno de La Rosaleda las semillas específicas para los climas de verano y de invierno, la Bermuda y la Ray-Grass. Los trabajos consisten en cortar la hierba actual para que crezcan las semillas de invierno que hay debajo. En el Anexo se ha realizado el mismo proceso y ha resultado un éxito.

No se queda ahí el cambio de césped en las instalaciones. El club también adecúa el terreno del Ciudad de Málaga y se hace con el del Campo de la Federación Malagueña para, si todo marcha según lo previsto, terminar con el de El Viso en última instancia. El Málaga Femenino, que juega los partidos de local en la Federación, se trasladó a Coín por este cambio. Jugó la semana pasada allí y lo volverá a hacer este domingo ante el Madrid.

El Malagueño no se ve afectado por el cambio de césped al haber jugado el pasado domingo en Almería y hacerlo este que viene en el Nuevo Colombino ante el Recreativo.