De guante Blanco
La primera reacción de Gustavo Blanco Leschuk antes de ver la segunda amarilla por una falta discutible fue pedir perdón, a Roberto Torres y al árbitro (ver vídeo). Habla a las claras de su talante y de su condición de jugador de limpio y educado (incluso inocente). De la Fuente Ramos se fue calentando conforme avanzaba su carrera al lugar de la falta y, entre las disculpas de Blanco y los rugidos de El Sadar, le mostró la segunda tarjeta. Escribiría después en el acta que fue por reiteración, aunque lo cierto es que sólo había hecho tres faltas en todo el partido, dos de ellas sancionadas con cartulina.
Su historial y sus datos esta temporada avalan que se trata de un jugador de guante Blanco. De hecho, el delantero, que hoy cumple 27 años, sólo había visto una tarjeta en los once partidos anteriores, precisamente en el anterior duelo ante el Numancia por una acción que el colegiado estimó temeraria. Pero sus antecedentes en ese sentido, o más concretamente en el de las expulsiones, es intachable. Se trata de la segunda roja que sufre en toda su carrera deportiva profesional, la anterior fue en 2012, en un encuentro con Deportivo Merlo ante Huracán que acabó con cinco jugadores expulsados, entre ellos el propio Blanco.
Desde entonces, su expediente es impecable, aunque de nada servirá en este caso. Los responsables jurídicos del Málaga estudian posibles alegaciones, tanto en su expulsión como en la del resto de sancionados. “Lo pasado ya es pasado, a pensar en lo próximo”, escribió este domingo el delantero, que por ahora no podrá visitar al otro equipo que echó el resto por ficharle el pasado verano, el Sporting de Gijón.
