Las grietas del Málaga en casa ajena

Decía Muñiz tras el empate ante el Sporting que no le preocupaba en exceso la mala racha de resultados del Málaga a domicilio. Para el técnico, lo importante es ir sumando, sea en casa o fuera, y conseguir el objetivo a final de temporada. Sin embargo, es obvio que los pobres números del conjunto blanquiazul como visitante en los últimos dos meses son peligrosos. El Málaga no gana un partido en territorio ajeno desde el pasado 3 de septiembre en Almería, en la tercera jornada de LaLiga 1|2|3.

Aquel día, un golazo de Harper tras una buena combinación con Dani Pacheco dio el tercer triunfo consecutivo al conjunto blanquiazul, que ya había ganado en Lugo y al Alcorcón en La Rosaleda. Desde ese encuentro en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, los de Muñiz han disputado cinco partidos más a domicilio y no han ganando ninguno, sumando sólo dos de los 15 últimos puntos fuera de casa (los empates ante el Dépor y el Sporting).

Dar con las causas de esa disparidad de resultados en casa y como visitante no se antoja sencillo. De hecho, el propio Muñiz y su cuerpo técnico estarán estudiando al más mínimo detalle los encuentros para dar con la tecla y volver a ganar lejos de Martiricos. Sin embargo, hay una serie de datos y condicionantes que pueden estar siendo claves. Por ejemplo, la puntería de Blanco Leschuk, que ha marcado todos sus goles (seis) en La Rosaleda. En El Molinón dio dos palos, en el Martínez Valero tuvo una clarísima para adelantar al Málaga, pero Francis paró el 'mano a mano'... Al argentino le está costando estrenarse fuera de casa, y el equipo lo nota. De hecho, los dos últimos triunfos ligueros, frente al Numancia y al Albacete, llegaron gracias a sus goles.

Más vulnerable lejos de Martiricos

Otra estadística que llama mucho la atención es la gran diferencia entre la cantidad de goles que ha recibido el Málaga en La Rosaleda y como visitante. El equipo dirigido por Muñiz sólo ha encajado un tanto como local en los seis partidos que ha jugado (y ganado) en Martiricos, el que marcó el Albacete de penalti. Fuera de casa, la cosa cambia y bastante. Al cuadro malaguista le han marcado nueve tantos en los siete encuentros que ha disputado, lo que viene a demostrar que el equipo es mucho más vulnerable lejos de su estadio, y eso también se refleja en los resultados.

Sin embargo, también se puede buscar un lado positivo entre tanto dato negativo a domicilio. Y es que el Málaga ya ha visitado a cuatro equipos que, a priori, estarán peleando en la parte alta de la tabla, cuatro campos que hace dos años eran todos de Primera y que entrañan una dificultad considerable como son el Estadio de Gran Canaria, Riazor, El Sadar y El Molinón. Quedan plazas de altura como el Carlos Tartiere, La Romareda o Los Cármenes, pero el conjunto blanquiazul ha jugado ya como visitante ante teóricos 'gallitos' de la categoría y sigue estando en la zona alta de la clasificación, a un punto del líder. Además, en algunos de esos choques ha habido condicionantes que no se pueden controlar como los viajes de los internacionales (Elche), la actuación arbitral (Osasuna) o las bajas por lesión o sanción (Sporting).