El banquillo de los recién descendidos, una silla eléctrica
Curiosa situación se ha dado esta temporada en LaLiga 1|2|3. Los tres equipos recién descendidos desde Primera División ya cambiaron de entrenador a estas alturas. Casualmente, todos habían llegado en verano. El último en hacerlo fue el Málaga, que despidió a Juan Ramón Muñiz tras la derrota frente al Extremadura. 34 jornadas ligueras estuvo al frente del club de Martiricos el asturiano. Antes el Dépor y Las Palmas también habían cambiado de timón para intentar variar el rumbo de sus proyectos.
El club de Martiricos tomó la decisión de prescindir del gijonés después de sumar 19 puntos de los últimos 42 en juego. El cese llega aún con el equipo en play off. En una situación similar estaba el Dépor, que lleva varias jornadas a rebufo del conjunto malagueño. En Pamplona con derrota frente al Osasuna se estrenó este sábado Pep Martí en el volante coruñés. El mallorquín llegó a Riazor después de que el club gallego echase a Natxo González, que había llegado también en el estío procedente del Real Zaragoza. Más movimientos hubo en Las Palmas, donde Pepe Mel es el tercer técnico amarillo en el presente curso. Inició la campaña Manolo Jiménez, del que cogió el testigo Paco Herrera. Ninguno consiguió aún meter en la vía al cuadro canario, que está a cuatro victorias de entrar entre los seis primeros de la clasificación después de conformar una plantilla rutilante.
Es una situación que propicia el Fondo de Compensación que ofrece la LFP a los recién descendidos a la categoría de plata. Una ayuda para paliar el fuerte cambio económico entre estar en la élite o no. Un refuerzo financiero que permite partir por delante del resto de la competición en este aspecto y que hace que en la mayoría de los casos se tenga menos paciencia para no desperdiciar esta ventaja. De hecho, el Málaga, Las Palmas y el Dépor, por este orden, son los tres clubes con mayor límite salarial de LaLiga 1|2|3. En el caso isleño, el único que se puede analizar con perspectiva, no surtió efecto. Son tres casos de los 10 que se vivieron en la Liga.
