El benjamín del grupo: "Víctor nos da mucha confianza"

Son días especiales para Ramón Enríquez (Granada, 2001), que hace la pretemporada con el Málaga CF en Estepona. Un salto para el benjamín del grupo (nació un mes más tarde que Ismael Casas), que se siente cómodo en la dinámica del primer equipo. Mucho le agradece a Víctor, que está muy pendiente de los canteranos. "Nos da mucha confianza y mucha tranquilidad a la hora de jugar, que es muy importante. Nos pide que seamos nosotros mismos, que estemos tranquilos, que juguemos como venimos jugando años atrás y que si hay algún fallo no pasa nada, que todos nos equivocamos", aseguraba al departamento de comunicación del club de Martiricos.

"Desde que llegué aquí con 12 años siempre he pensado en estar a este ritmo y sinceramente es un orgullo estar aquí. Mucha satisfacción porque todo el trabajo de años atrás da sus frutos", comentaba el centrocampista, que se definía como futbolista: "Un jugador cuanto más polivalente sea pues mucho mejor. No me importa el ámbito en el que juegue, pero sí me gusta recibir el balón, llevar el ritmo del partido y no tener miedo en cualquier situación del partido a pedir el balón".

Una oportunidad que le llega al granadino después de muchas temporadas de trabajo. "No son dos semanas, es mucho más tiempo. Piensas en que algún día llegue este momento y tanto yo como mis compañeros tenemos muchísimas ganas de empezar los partidos. Siempre se sueña con estos momentos, hacer la pretemporada con el primer equipo ya es un sueño. Ojalá un día pueda estar en la primera plantilla del Málaga y debutar en La Rosaleda", admitía.

Víctima de las novatadas

Ramón Enríquez ponía en contexto sus inicios hasta llegar al Málaga. "Me he criado en Órgiva, un pueblo de 5.000 habitantes, cuando empecé a jugar al fútbol con cuatro años con mi hermana, que era la que me llevaba, no había las instalaciones que a día de hoy puede haber en cualquier sitio. Jugábamos en arena. Siempre tuve claro que me ha gustado el deporte, el fútbol sobre todo. Desde bien pequeño jugando con la pelota", contaba.

El canterano ha sido una de las víctimas de las clásicas novatadas junto a Iván Jaime, Hugo Vallejo e Ismael Casas. Sólo se libró Gonzalo. El joven hablaba entre risas del momento. "Compañeros de otros años nos habían comentado que solían hacer estas cosas, pero estábamos nerviosos por saber cuándo. Sin problema y seguimos igual", terminaba.