La marmita de Rubén Castro es la amenaza
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Las generaciones que crecimos entre cómics recordamos las aventuras del fornido Obélix y el valiente Astérix, que hicieron de la Galia un reducto indestructible para los romanos. La leyenda nacida de los colores y el ingenio de Goscinny y Uderzo contaba que Obélix cayó en una marmita de pócima mágica del druida Panorámix, y de ahí su fuerza mayúscula. En una marmita, pero del elixir de la eterna juventud, debió caerse tiempo atrás un Rubén Castro que este sábado asoma en La Rosaleda como la gran amenaza de un FC Cartagena necesitado. 39 años tiene, que se dice pronto, pero los goles se le siguen cayendo de los bolsillos.
Tras hacer 30 goles entre las dos últimas campañas en Las Palmas el delantero cambió de aires y se unió a un recién ascendido como el Cartagena. Una nueva aventura para un jugador que por probar en su carrera probó hasta en China. Nadie tenía dudas de que su experiencia y colmillo serían esenciales para el Efesé, y así lo está demostrando. Son ocho goles ya los que acumula, hasta la pasada jornada compartía el Pichichi de LaLiga SmartBank junto a Raúl de Tomás. Precisamente, ambos delanteros se enfrentaron y el 'perico' ganó la partida: victoria en Cartagonova y gol para su cuenta personal.
Lo cierto es que no pasa justo ahora por su mejor momento, en los últimos cuatro encuentros no ha visto puerta y hasta mandó un penalti al limbo en la dura derrota (4-1) ante el Mirandés. Esta escasez goleadora ha coincidido precisamente con un bajón importante del Cartagena, que en los últimos seis encuentros sólo ha sido capaz de sumar un punto. Ahora está en la racha mala, pero bien hará el Málaga en no permitir que inicie una buena como la que firmó en las dos últimas semanas de octubre en la que hizo seis tantos en cinco encuentros. Por concluir, históricamente el Málaga no es un rival que se le haya dado bien a Rubén Castro. El delantero se ha enfrentado en 14 ocasiones al cuadro blanquiazul y sólo le ha hecho tres goles. Eso sí, los tres en La Rosaleda. Cuidado con él.
