Un campo maldito: en Almería también se rompió Weligton el tobillo

Iván Calero se perderá lo que resta de temporada tras la grave lesión de rodilla sufrida este domingo en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo, un campo que no se le da especialmente mal al Málaga a nivel deportivo, pero sí a nivel clínico. En la hierba del coso almeriense se rompió Calero el ligamento cruzado de su rodilla izquierda y hace diez años Weligton se dejó el tobillo. Desde este domingo, por reiteración, el Juegos del Mediterráneo es un campo maldito para el malaguismo.

Es curioso porque ambas lesiones, como suele ocurrir en muchas dolencias graves, se produjeron de una forma accidental y fortuita. Aquel 14 de marzo de 2010 Weligton sufrió la lesión más importante de su carrera en un lance pegado al córner, zona a la que el brasileño acudió a un cruce, quedándose clavada su pierna izquierda y girándosele el tobillo. Tuvo que ser retirado del campo en camilla, supliéndole, curiosamente, el actual director deportivo Manolo Gaspar. Se perdió cinco meses tras una jugada en la que el convidado de piedra fue Pablo Piatti, que se llevó un buen disgusto y que entonces tuvo los mejores deseos para el zaguero, al igual que el propio Almería.

Quien suplió a Weligton ese día fue Manolo Gaspar, actual director deportivo del Málaga y que cumplió 50 partidos en Primera

Ayer fue Sadiq el que intervino de forma indirecta en la jugada, fruto de una pugna rápida por el balón. Curiosamente, el doctor Pérez Frías estuvo presente en ambas citas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, un lugar que ni Weligton ni Calero podrán olvidar en el resto de sus días. Y el malaguismo tampoco.