Baltazar y el trágico choque con Gallardo 34 años después: "Seguí adelante porque no tuve culpa"

Hace escasos días que se cumplieron 34 años del trágico choque en un Celta-CD Málaga entre Baltazar y José Antonio Gallardo. En Vigo, un 21 de diciembre de 1986, en una jugada como tantas otras en las que un guardameta se lanza a los pies de un delantero, el malogrado arquero de Torremolinos sufrió un golpe en la cabeza que terminó costándole la vida, la cual se apagó definitivamente en enero del año siguiente. Un desenlace fatídico que convirtió en Gallardo, cuya puerta 13 de La Rosaleda lleva su nombre, en leyenda. Baltazar, que durante estos 34 años ha tenido que cargar con esa jugada a cuestas, habló de la misma en una entrevista en A la Contra.

"Lo pasé fatal. Fue difícil aquella situación, pero Dios me consoló y me reforzó para que pudiera soportar aquello. Es muy difícil que en un choque involuntario fallezca una persona, pero ocurrió. Me quedé muy preocupado, pero seguí adelante porque no tuve ninguna culpa de aquel choque fortuito. Dios me ayudó", señaló en la citada charla Baltazar, hombre de profundas creencias que para aquel entonces ya era Atleta de Cristo: "Mi vida con Dios empezó a los 18 años. Dios cambió mi vida, mi manera de pensar, de vivir… Eso fue mucho más importante que el fútbol, el dinero o la fama".

El Guardián de Martiricos, como así luce en la puerta 13 de La Rosaleda, recibió un justo homenaje 30 años después de fallecer por un derrame cerebral masivo producto del choque con Baltazar. 25 años tenía entonces Gallardo, cuya progresión deportiva era entonces notoria. El Málaga saldó hace casi cuatro años una deuda histórica con un futbolista imposible de olvidar. Tampoco por un Baltazar que jamás hubiera querido pelear por aquel balón en Balaídos.