El año de La Academia

El 2020 que se nos escapa entre los dedos será para los futuros libros de historia el año del maldito coronavirus. Es difícil extraer cosas positivas de un año que se ha llevado tantísimas vidas, que deja más penas que sonrisas. En esa desazón se intentan colar los clavos ardiendo a los que nos agarramos para, aunque sea a cuentagotas, liberarnos de los golpes y soñar con cosas positivas. Cada uno tiene su fórmula, su resquicio, para ello también está el fútbol. Durante 90 minutos el espectáculo del deporte rey entretiene y hace olvidar. Y, aunque el 2020 no ha sido un año boyante precisamente futbolísticamente hablando para el Málaga CF, también tiene sus clavos ardiendo. El que más quema, el que posiblemente más ilusiona, es el de su cantera. La Academia sigue brillando.

Entre el talento constante que brota de las categorías inferiores, y la obligación de explotar sus virtudes a falta de fichas profesionales y de músculo financiero, la cantera del Málaga es hoy en día fundamental en los planes del primer equipo. Son varios los nombres que se vienen a la cabeza y que han convertido este 2020 en el año de su eclosión. Por ejemplo Luis Muñoz, que pasó de 'niño' a 'hombre' en un santiamén, también de canterano a capitán. Una evolución que él se ganó en el campo y que le convirtió durante el verano en el 'fichaje' más deseado. La suya es una de las renovaciones de futbolistas de La Academia que se han abrochado durante este año, tanto automáticas como negociadas, un impulso claro para el producto autóctono.

El club ha rubricado durante el 2020 hasta siete renovaciones de futbolistas de La Academia

En ese marco aparece Juande, consolidado en la zaga y que esta temporada ha sumado a sus virtudes una inesperada faceta goleadora. Con ficha profesional debajo del brazo, por cierto. También luce Ismael Casas, el chico para todo que juega cada partido como si fuera el último y cuyo vínculo se estiró con el cuadro blanquiazul. Como el de Cristo, al que las lesiones no le han dejado explotar su fútbol; y como también el de Ramón. El de Órgiva, el último en renovar, es posiblemente el gran nombre de la cantera en esta 2020/21. Su paso adelante y su talento han hecho que sea el motor del equipo de Pellicer. Renovó a su vez Hicham, que al igual que Ramón le lastran sus periodos en la enfermería. Cerrando este capítulo, una joya como David Larrubia que seguirá siendo malaguista y que ha quemado etapas de forma voraz hasta consolidarse como uno de los nombres habituales del día a día en el primer equipo. Tampoco sería justo olvidarse de Antoñín, que renovó automáticamente en su momento y cuya venta a principios de año fue clave para la subsistencia del Málaga, como también fueron necesarias las de Keidi Bare o Iván Jaime.

Los que ya suman y los que vienen

Clave en todo este proceso ha sido Sergio Pellicer, que no ha dudado en dar confianza a futbolistas que en su mayoría conoce perfectamente de su paso por las categorías inferiores. Los de antes son los que más resuenan, pero no hay que dejar atrás a los Julio, Ale Benítez, Quintana, Juan Cruz o Issa Fomba que ya han tenido minutos oficiales en lo que va de temporada. Tampoco se puede olvidar a los que aprietan en un Malagueño que sigue creciendo y que tiene mimbres para ilusionar a club y afición. Kevin, Hoyos, Mini, Mario da Costa, Loren Zúñiga... La lista no deja de agrandarse y eso es motivo de orgullo para el Málaga.