De Ahijado a Militao: aquel penalti en el Málaga-Oviedo y un debate reabierto que viene de lejos

Ha tenido que señalizarse un penalti que puede ser definitorio en la lucha por el título en LaLiga Santander para que haya explotado definitivamente un debate abierto desde hace muchos meses: el de las manos. La controversia siempre ha estado ahí, con mayor o menor ruido, pero la disparidad de criterios incluso con jugadas completamente idénticas ha sido la nota predominante. Hasta que en el pasado Real Madrid-Sevilla un balón que golpeó en el brazo despegado del cuerpo de Militao terminó en penalti a favor del Sevilla, lo que ha provocado un cisma mediático en medios y determinados programas que ejercen como meros altavoces. ¿Hay intencionalidad? ¿Qué dice la norma? ¿Hubiera sido penalti en un mundo sin VAR? Muchas preguntas, algunas de ellas sin respuesta, que también surgieron cuando en el Málaga-Oviedo de la primera vuelta se revocó un penalti a favor del Málaga (ver vídeo superior). Justamente, ambos equipos vuelven a encontrarse.

Si bien la jugada del defensor brasileño y la de Ahijado, zaguero del Oviedo, son a simple vista distintas -una es un salto con el brazo en alto y la otra una mano apoyada en el césped-, ambas se justificaron con unos criterios que no contentaron a las aficiones perjudicadas, simplemente, porque en otras acciones similares la decisión arbitral fue distinta. En lo que refiere a la acción del Málaga-Oviedo, todo sucedió tras una jugada en el minuto 77 en la que Joaquín Muñoz trató de habilitar a Jairo o a Yanis, que acompañaban, para encarar a Femenías. Ahí apareció el brazo de Ahijado, que estaba a ras de césped y apoyado. Gálvez Rascón señaló penalti pero Varón Aceitón, desde el VAR, le llamó a capítulo y el colegiado principal acudió a ver la jugada en la pantalla a pie de campo. La vio y cambió su decisión, anulando finalmente el penalti.

Un cambio de resolución amparado por la norma que dice que no es penalti aquella mano "apoyada sobre el terreno de juego en la que el jugador no hace ningún movimiento intencionado o voluntario para interceptar el balón, sino que usa la mano como herramienta o soporte para mantener el equilibrio". Hasta ahí, uno lo lee y puede llegar a entender que no señalara penalti, si bien cuesta comprenderlo al leer la continuación de la norma: "Si el jugador realiza un movimiento con la finalidad de tocar el balón u ocupar un espacio haciéndose más grande para interceptar el balón, la sanción técnica correspondiente (libre directo o penalti) será adoptada por el colegiado". ¿Acaso Ahijado no tuvo intención de tocar el balón para evitar una jugada de gol?

Ni los protagonistas se enteran

Lo cierto es que tanto la jugada de Militao, harto polémica por lo que conlleva para el título, la de Ahijado u otras decenas que se han dado a lo largo de la temporada no sólo han alimentado el debate externo, también el interno entre los propios protagonistas. Jugadores o entrenadores no han escondido el desconocimiento a la hora de señalizar acciones como la narrada. "A día de hoy no sabemos qué es mano y qué no. No tenemos ni idea. Yo he visto varias jugadas similares que una es mano y otra no", decía para este medio Escassi, una de tantas voces que aún esperan un criterio uniforme.