Musampa: “Me siento malaguista... y boquerón”

Estuvo unos días por Málaga uno de los héroes de la Intertoto, ‘Kiki’ Musampa. El holandés trabaja ahora en La Academia del Ajax, pero mantiene vínculos con la Costa del Sol como tantos otros que alguna vez vinieron a jugar y se quedaron. Han pasado doce años, pero Musampa se conserva estupendamente. Sin rastas, pero también sin arrugas. Y, aunque más suelto, con la misma pausa que antaño. Jugador de peso en el ‘Euromálaga’ de Peiró, ahora se cultiva para ser entrenador y, quien sabe, volver algún día si se tercia. Nos lo cuenta en una agradable charla en el Restaurante Mercado del Herrero.

¿Qué le trae por aquí? Nos alegra verle de nuevo. Tenía un fin de semana libre y se había cancelado un partido que teníamos que jugar en Holanda, donde soy entrenador de la Sub 14, así que me he venido a mi casa de Fuengirola, sobre todo para disfrutar un poco del sol. Aquí viví la mejor etapa de mi carrera y de mi vida.
Ha pasado más de una década. ¿Qué recuerdos conserva de aquella época? Muy buenos, hicimos algo histórico, meter al Málaga en Europa por primera vez y con una trayectoria espectacular. Teníamos un equipo trabajador, con jugadores que dieron el máximo que tenían. Algo histórico que te queda para siempre. Cuando me ven por la calle, todos me hablan de esa época y, aunque jugué en muchos clubes, me recuerdan como Musampa el del Málaga. Eso es lo que más cuenta.
Imborrable su hat-trick en el Colombino también. Sí, el único que metí en mi vida. Jugando de extremo izquierdo no se suelen hacer muchos goles y son cosas bonitas que te llevas.
¿Guarda el balón de aquel partido? Sí, obviamente.
¿Qué recuerdos conserva de Joaquín Peiró? Al principio fue un poco duro, no jugaba mucho y tuve que adaptarme. Entonces no lo entendía porque todo era nuevo para mí, pero ahora sí. Era joven y con el tiempo uno va entendiendo cosas. En la segunda temporada sí jugué más y luego ya no pudo quitarme. Siempre fue un hombre muy justo conmigo.
¿Mantienen el contacto los jugadores de aquella etapa? Hablé con Edgar hace un tiempo, se volvió a Portugal. También con el Gato que es mi ‘vecino’ en Fuengirola. El otro día me encontré con Manu y hablo con Bravo, Basti, Koke… Me da mucha alegría de verlos, de saber cómo están, hablar de aquellos tiempos y recordar cosas que estaban olvidadas.
A toro pasado, ¿fue un error irse al Atlético de Madrid? No, no lo creo. Era un paso adelante. El Atlético está entre los tres grandes clubes de España. Se dio esa oportunidad a esa edad, no sé por qué iba a decir que no. Fueron los primeros que mostraron interés. Los primeros y los únicos. No podía esperar y era difícil decirles que no. Al Málaga también le vino bien.
Vivió un Málaga sin jeque y también un City sin jeque. Soy el jugador prejeque (risas). En Manchester me pasó lo mismo y tenía muchas cosas parecidas con el Málaga, con jugadores trabajadores que querían meterse en Europa. Otra buena experiencia que nunca olvidaré.
¿Ha cambiado mucho el Málaga? La Rosaleda está más moderna, pero la sensación es la misma. La afición está encima del equipo, apoyando, el ambiente es bueno y la gente sigue viviendo los partidos. Eso no cambió. Da sentimiento volver, acordarte de momentos desde la grada. Es imposible no tener recuerdos.
¿Y sigue al Málaga? Sí, todos sus pasos. La Champions fue histórica, pero muy dramático cómo se acabó, muy trágico. De un lado fue muy bueno que llegaran lejos, pero dejó mal sabor el final.
¿Se siente malaguista?
Sí, malaguista... y boquerón.
¿Qué diferencias existen entre aquella etapa y la actual? Aquella base del equipo ya estaba formada desde Segunda B y nos quedamos luego algunos años juntos. Era un conjunto más sólido, que se conocía muy bien. El Málaga de la Champions tuvo muchos cambios de jugadores. Eso marca diferencias, las amistades que en nuestra época crecieron. Pasábamos mucho tiempo juntos y jugábamos con el corazón automáticamente.
¿Le gustaría volver? Málaga siempre me ha gustado. Si libro un par de días estoy aquí. Es mi segunda casa. Estoy sacando los papeles para ser entrenador en Holanda y, si hay opciones, no diría que no. Aquí me siento bien, en casa, conozco la mentalidad del club, de la gente… Y eso es importante. ¿Por qué no?