Un desastre sin paliativos

El Málaga volvió a hacer el ridículo en la Copa del Rey. Así de claro. Lo hizo por tercera vez consecutiva ante un equipo de Segunda División. Mirandés y Córdoba fueron los últimos verdugos del equipo blanquiazul en el torneo del KO y ambos dejaron secuelas a posteriori. Esta noche, como en las anteriores, hubo fiesta para el rival, el Numancia, con otro desastre en casa ante los valientes que desafiaron al día, a la hora y al frío para ver el encuentro desde la grada.

Fueron, en concreto, 13.326 espectadores, y acabaron bastante frustrados ante la lamentable segunda parte que cuajó su equipo. El 1-0 al descanso hacía presagiar por fin un partido plácido, pero un nuevo gol a balón parado, el tercero de los tres del Numancia en la ronda, desmembró por completo al equipo local, que se deslavazó y que mostró incapacidad, nervios, inoperancia y una alarmante falta de calidad ofensiva ante un ordenado Numancia, que también jugó con los suplentes.
La Rosaleda apoyó en todo momento liderados por el 'Fondo Sur 1904', aunque algunos sectores no pudieron reprimir su desesperación con algunos jugadores como Jony o Juanpi, ambos en un tono muy gris en la segunda mitad, o Rolón y Ontiveros, a los que silbaron al ser cambiados, sobre todo al segundo. Fueron los señalados en un mal partido colectivo en el que los suplentes el porqué de su condición.