Protegidos por dos medallistas Máster

Ellos son dos amigos, Gregorio Martínez y Óscar González. Uno es Guardia Civil y el otro bombero. Están juntos en las gradas de Carranque comentando las medallas que han ganado en estos campeonatos viendo competir a otros compañeros del CAIM, disfrutando de un Mundial Máster en su ciudad que hace poner el foco en un deportista que muchos, hay que reconocerlo, no tomábamos en cuenta, el atleta máster. Porque la vida como atleta no finaliza al llegar la retirada profesional, o incluso puede llegar a florecer cuando tienes una edad que algunos piensan que es tarde. Pero historias como las de Óscar, Gregorio y los más de 8.000 atletas que visitaron Málaga estas dos semanas de competición demuestran que los años no son una excusa válida para no practicar deporte.

Óscar Gónzález, que consiguió la medalla de Oro en la prueba de decatlón para Mayores de 40 años se muestra “muy contento, el objetivo principal del campeonato era venir a participar, porque era aquí en casa. Al principio era un poco ver como estaba el nivel y ver como estaba yo, porque me lesioné un mes antes de la competición y la comencé muy asustado, no disfruté en las primeras pruebas y antes de la primera prueba no sabía si me iba a aguantar la pierna, la sensación era fea. Pero todo empezó a ir bien, ya me divertí, con mis amigos y mi familia en la grada, ya ahí sí disfruté. En la carrera del 1.500 metros, la última prueba, me sentí ganador desde el principio, porque sabía que, si alguno quería ganarme, debía ir delante de mí y yo veía que no venían, y la verdad que me relajé, ya empiezas a oír la grada, la megafonía, la marca no fue muy buena por eso, porque no me hacía falta ir a morir”.

Por su parte su compañero Gregorio Martínez alcanzó la tercera posición en los 200 metros lisos en la categoría de Mayores de 45 años, un logro especial porque es su debut en una competición internacional. “Un bronce en mi primera participación en un internacional es algo increíble. Para mí ya clasificarme y conseguir medallas en los campeonatos de España era para sentirme un privilegiado, así que es un sueño verte con campeones continentales y mucho más subirte a un podio de forma inesperada entre tanto nivel”, afirma el velocista español, que cerró el último día de competición obteniendo también el bronce en el 4x400, donde hizo la primera posta.

Estos Campeonatos del Mundo Máster han tenido en Málaga una participación récord de más de 8.000 atletas inscritos, algo habitual pues la práctica de deporte en categoría Máster está en continuo auge y cada vez hay más gente que desea mantenerse en forma y hacer deporte, aunque en España sigue siendo difícil encontrar apoyos para que estos deportistas puedan acudir a los distintos torneos que se organizan.

El tema de las ayudas es un asunto que aún no está coordinado, y los deportistas Másters deben acudir a los torneos costeando de su propio bolsillo todos los gastos. “En España el atletismo de mayores está poco ayudado, por no decir nada. En este Mundial estamos muchos españoles porque es aquí, pero si fuese en Australia, como fue hace dos años, quizás sólo habríamos ido tres, alguno que les paga el Ayuntamiento su viaje quizás, pero son casos aislados y de forma personal. Y cuando llegas al campeonato y ves que a otros países les pagan el desplazamiento, la estancia, etc., mientras que nosotros nos tenemos que pagar hasta la inscripción para que nos den la equipación, pues no es nada agradable”, comenta Óscar González.

Cuando ves a los atletas de 85 años se te saltan las lágrimas, porque dices ‘Ole la madre que los parió, las ganas de vivir que tienen’

Y cuando llegas al campeonato y ves que a otros países les pagan el desplazamiento, la estancia, etc., mientras que nosotros nos tenemos que pagar hasta la inscripción para que nos den la equipación, pues no es nada agradable”, comenta Óscar González.

Gregorio Martínez subraya que “desde la Federación se considera que nuestra labor no entra en el futuro del deporte, por lo que no optas a beca ni ayudas, en parte comprensible porque ya se considera que estas trabajando, pero al menos algo de ayuda es necesaria, utilizando un tipo de ranking. Y además de apoyo monetario, también estaría bien que nos atendiesen en temas como el que tuvimos que padecer en el 4x100, donde nos descalificaron injustamente y tuvimos que preparar la reclamación costeándonos nosotros el gasto que supone y buscando por nuestros medios los vídeos que demostraban la injusticia, pero no nos hicieron caso, quizás también por esa falta de respaldo de nuestra Federación”.

Gregorio es Guardia Civil y nunca había competido a nivel profesional en su juventud. “Siempre ha sido de modo amateur, mi vida ha sido dedicada al trabajo y la familia. Esto es un hobby, lo primero es mi trabajo como Guardia Civil y, en los tiempos libres que me permite mi horario, voy a entrenar cuando puedo. Pero empiezas a ver que los entrenos dan resultado y en mi caso te encuentras estas sorpresas”, comenta Gregorio, que comenzó a entrenar con asiduidad a los 18 años.

Óscar González, de profesional a máster

Distinta es la historia de Óscar, que sí llego a conocer la alta competición en su juventud. “Mi caso es diferente al de muchos compañeros, porque sí he tenido una época de mi vida donde me he dedicado en exclusiva a esto, mis compañeros han entrenado cuando han podido y yo tenía la suerte de tener mis becas y mis ayudas por rendimiento”.

Ese enemigo implacable que es el paso de los años hizo a Óscar González vivir la transición del deporte profesional al deporte Máster, un proceso que no fue nada sencillo de asumir. “Ha sido una trayectoria de irme retirando y acoplando a los entrenamientos de los veteranos, pero es un paso complicado. Fue en 2012 cuando, ya retirado de los decatlón, competía en heptatlón de pista cubierta, que es más llevadero. En ese año en el Campeonato de España me veía con mis 36 años y compitiendo con chicos de 18-20 años, y el responsable de allí me dijo ‘Óscar, si quieres competir en el Campeonato de España de Veteranos en Zaragoza, haciendo tal, tal y tal puedes hacer récord del mundo’. Y fui a probar y fue una gran experiencia, de ser el mayor pasé a ver gente de mi edad, ver gente mayor, 'reflex' por todos lados (risas) y al principio no fue agradable, me veía desubicado”, argumenta el atleta malagueño.

En estos Campeonatos del Mundo se pueden dividir dos categorías, los más jóvenes donde cada día hay mejores marcas, y los más veteranos, donde dan auténticas lecciones de vida. “Con el devenir de las temporadas se va viendo como sube el nivel. Yo recuerdo hace cinco años ser tercero de España con una marca que, cinco años después, para ese mismo puesto, tener que hacerse un segundo menos. Crece el nivel año por año, es un mundo distinto al profesional, pero la gente se lo toma con mucha seriedad y se ven marcas que hace poco eran impensables”, asevera Gregorio, que es completado por su amigo Óscar comentando que “pero cuando ves el espíritu que hay en estos campeonatos, aunque hay gente con mucho nivel como dice Gregorio, es algo diferente. Cuando ves a los decatlones de 85 años tan dispuestos y preparados con esa edad que tienen, se te saltan las lágrimas, porque dices ‘Ole la madre que los parió, las ganas de vivir que tienen’. ¿Qué más da que corran más o menos? ¿Qué más da ser Campeón del Mundo? Para mí son todos unos ganadores”.

Historias de superación, historias de derribar barreras, de querer seguir compitiendo, de querer mantener tus sueños, historias que merecen ser apoyadas y reconocidas, esfuerzos que necesitan de un respaldo y un escaparate para que sigan mereciendo la pena.