Dos hijos pródigos sin piedad (19:00)

"Si tengo algo que demostrar, es a la gente de Murcia, no al Unicaja". Son palabras de Paulao Prestes, brasileño cajista cedido por el Unicaja al Murcia. No hace falta escuchar entonces a Vitor Faverani, otro brasileño al que el club de Los Guindos se quitó prácticamente de encima. Ambos tienen un talento abrasador y el primero, además, cabeza. Y los dos visitan esta tarde (19:00 horas) el Martín Carpena sin una pizca de piedad para con su ex anfitrión.
Le tienen ganas a los verdes, entre otras cosas, porque tienen que vestir hoy de otro color. Se deben al Murcia, conjunto que se encuentra en una posición un escalón más cómoda que la cajista. Tienen una victoria en el bolsillo, pero también urgencias si no quieren verle las orejas al lobo. Faverani viene con molestias, pero echará finalmente una mano al conjunto de Moncho López en Málaga. Peligrosa visita de los hijos pródigos.
Porque al Unicaja le toca cambiar el chip de nuevo y no se sabe si el de la ACB está ya operativo. En sus circuitos tiene guardados los datos del un 0-5 que mantiene desconcertados a los aficionados del Carpena. Sobre todo, porque hace 48 horas vieron a su equipo sobreponerse a una maldición que le tenía encogido el corazón. Ganó una prórroga, ocho tiempos extra después y se sintió liberado. Pero claro, todo fue eso en la Euroliga. En un universo paralelo que poco o nada tiene que ver con la cara que ha ofrecido hasta el momento el equipo en la Liga. Ganar parece una obligación. Más que nunca. Porque la Copa ya tiene el tamaño de una hormiga en el horizonte. Y no puede desaparecer del todo todavía.