Sólo once coches lograron terminar el primer Gran Premio del año
Como se esperaba por lo acontecido durante la pretemporada, el primer Gran Premio de 2015, disputado este fin de semana en Australia, ha sido un auténtico festival de abandonos por problemas técnicos de toda índole, confirmando que muchos de los equipos están aún muy 'verdes' en el desarrollo de sus coches.
En total, sólo once monoplazas han logrado cruzar la línea de meta. Pero es que en la parrilla de salida había nada menos que cinco plazas vacantes.
Las dos primeras bajas conocidas fueron las de los coches del equipo Manor Marussia, que no pudieron dar ni una sola vuelta en los entrenamientos libres y la clasificación por serios problemas en sus monoplazas. El borrado de discos duros para subastar el material del equipo antes de que Manor lo adquiriera dejó sin información de complejos sistemas electrónicos en los que aún trabajan. Al no rodar en los libres ni en la clasificación no podian participar en la carrera.
Otra de las ausencias en la salida fue la del Williams de Valtteri Bottas, quien ayer tras la clasificación se acercó al centro médico del circuito con fuertes dolores de espalda y al que, tras pasar la noche en el hospital, se le diagnosticó una pequeña fisura discal que le ha impedido tomar parte en la carrera.
Tampoco pudieron salir el McLaren de Kevin Magnussen, sustituto de Fernando Alonso en el estreno del mundial, ni el Red Bull de Daniil Kvyat, por averías de última hora en sus respectivos monoplazas, dejando apenas quince coches en la parrilla.
En la segunda curva se produjo un accidente sin consecuencias en el que se vio implicado el venezolano Pastor Maldonado, de Lotus, que tuvo que abandonar. Y problemas mecánicos mientras el Safety Car estaba en la pista significaron también el abandono de su compañero de equipo, Romain Grosjean.
Así, la carrera se reanudó con apenas trece monoplazas, de los que terminaron cayendo otros dos: el Ferrari de Kimi Raikkonen y el Toro Rosso de Max Verstappen, que con 17 años se convirtió en el debutante más joven de la historia de la Fórmula 1. De los once coches que terminaron la carrera, sólo uno se quedó sin puntuar: el McLaren de Jenson Button.