El Gran Premio de Francia de Fórmula Uno, previsto para el 28 de junio, fue suspendido este lunes a causa de la pandemia de coronavirus, lo que sitúa al Gran Premio de Austria, programado para el 5 de julio, como la primera prueba que se mantiene en el calendario.
Los organizadores de la prueba gala indicaron en un comunicado que ante la decisión del Gobierno francés de impedir todo evento de masas al menos hasta mediados de julio, se ven obligados a renunciar a su edición de 2020.
"La salud y la seguridad de los espectadores, de sus socios y del conjunto de los actores de la Fórmula Uno es la prioridad", indicaron los organizadores, que mostraron su respaldo a las decisiones adoptadas por el Ejecutivo.
Francia, donde el número de contagiados confirmados por roza los 125.000 y el de muertos los 23.000, anunció que iniciará el desconfinamiento de la población el próximo 11 de mayo, pero señaló que lo hará de forma escalonada.
Esa decisión obligó a aplazar otros importantes eventos deportivos en Francia, como el torneo de tenis de Roland Garros, que se trasladó de finales de mayo a septiembre, o el Tour de Francia, que debía comenzar a finales de junio y ahora está programado a finales de agosto.
"Ante la situación actual (...) era imposible mantener nuestro evento. Nuestra mirada comienza ya fijarse en 2021 para ofrecer a nuestros espectadores un espectáculo aun más inédito", aseguró el director general del Gran Premio, Eric Boullier.
El presidente de la Fórmula Uno, Chase Carey, por su parte, respaldó la decisión "aunque sea decepcionante" y también respaldó el combate del Gobierno galo contra la pandemia.
Los organizadores indicaron que los que tengan entradas para la edición de 2020 serán reembolsados, al igual que todos los servicios asociados, como aparcamiento o alojamiento.