Luchar hasta la última curva para intentar la proeza de acabar tercero en el Mundial de constructores. La conjura en el equipo McLaren es clara. Y en ella participará de forma especial Carlos Sainz. El español es séptimo en el Mundial de Fórmula 1 y correrá este fin de semana en Yas Marina su última carrera con el equipo británico. Ha llegado el momento de despedirse de lo que ha sido una aventura más que positiva. Dos temporadas en las que el madrileño ha progresado tanto que, aparte de callar bocas y sorprender, se ha ganado un asiento nada menos que en Ferrari.
Si hace unos días era el jefe de McLaren, Zack Brown, quien se deshacía en elogios respecto a Carlos Sainz ("ha sido incluso mejor de lo que esperábamos", dijo), ahora el propio piloto califica de "fantástico" el periodo de dos años que ha pasado en el equipo. Dos temporadas en la que el español ha ido a más. Ha conseguido su segundo podio en la Fórmula 1, en Monza (Italia), y el domingo pasado se quedó a 711 centésimas del tercero. Ha asombrado a todos con adelantamientos arriesgados y salidas espectaculares.
Realmente Sainz ha estado por encima de las expectativas que la mayoría de integrantes del gran circo tenían. La temporada pasada finalizó el Mundial en sexta posición con 96 puntos. Ahora, a falta de una carrera, la de este fin de semana en Abu Dabi, suma 97 y es séptimo, a uno de Charles Leclerc (Ferrari). Lando Norris, su compañero en McLaren le pisa los talones con 87, aunque menos que Alexander Albon (Red Bull), que tiene 93. "Lucharemos hasta el final por el mejor resultado posible, llegamos con la cabeza bien alta", ha explicado Sainz, quien prepara una despedida "emotiva" junto a su equipo.
El español se tuvo que conformar la temporada pasada con el décimo puesto en la carrera pese a salir octavo. "Libramos buenas batallas", recuerda el futuro piloto de Ferrari, quien no quiere dar detalles de esa despedida especial que tendrá en McLaren: "Primero hay que correr...". Quien no sabe aún si estará o no es Lewis Hamilton, que espera un permiso especial de la FIA para que no le obliguen a permanecer en cuarentena tanto tiempo como manda el protocolo anticovid. El británico quiere por todos los medios despedir en la pista en la que ya ganara en 2019 una temporada histórica, la de su séptimo Mundial.