Entre las pocas novedades que han presentado los distintos equipos de Fórmula 1 en sus monoplazas para esta temporada destaca una en el Alpine que conducirá Fernando Alonso. Y ya ha sido bautizada: la joroba del A521. Una modificación técnica que viene a ser una ampliación en anchura de la parte superior del capó motor. Una clara diferenciación en la apuesta de la escudería francesa respecto a la de los demás equipos.
Explica Marcin Budkowsi, director ejecutivo de Alpine, que descubrieron que adelgazar los pontones "era una dirección positiva, así que hemos modificado el empaquetado y reubicamos detrás de la toma de admisión algunas de las piezas voluminosas". Pese a todo, la apuesta es arriesgada. Todo lo que sea salirse del patrón habitual que mantienen el resto de competidores lo es. No obstante, en Alpine confían en que dé buenos resultados para Fernando Alonso y Esteban Ocon. No ha sido un cambio sencillo, pues la redistribución de diferentes piezas ha hecho que haya sido necesario recolocar también los diferentes componentes de refrigeración del coche.
Según los datos que maneja la escudería del español, tras los test de Baréin, hay motivos para el optimismo. Los obligados cambios aerodinámicos han conllevado pérdida de equilibrio en los monoplazas en su paso por las curvas. Circunstancia esta que todos han querido paliar de alguna u otra forma. En Alpine fueron más allá y ensancharon el capó motor. ¿Funcionará la joroba? De momento afecta al centro de gravedad y da los resultados esperados, toda vez que "el rendimiento aerodinámico gana sobre ese aspecto", según Marcin Budkowski. En toda esta innovación la experiencia y decisión de Fernando Alonso ha sido clave.