Sólo el paso del tiempo afloja las ataduras que los protagonistas le ponen muchas veces a las historias. En la Fórmula 1, el equipo Ferrari ha hecho el clásico borrón y cuenta nueva tras una mala temporada, la de 2020. Un mal campeonato tanto a nivel individual en sus pilotos como a nivel colectivo en la clasificación de constructores ha dado paso a un nuevo tiempo de esperanza. Unas perspectivas basadas en el cambio de motor para el SF21 y en la nueva pareja de conductores. Charles Leclerc tendrá como compañero al español Carlos Sainz en lugar del tetracampeón Sebastian Vettel. Y en este punto ha incidido el monegasco en sus últimas declaraciones.
Fue durante sus explicaciones tras los test oficiales de pretemporada realizados en el Circuito de Sakhir (Baréin). Leclerc sorprendió a todos admitiendo el mal rollo que existía en Ferrari hace un año: "A principios de 2020 nos dimos cuenta de que la realidad de las cosas eran mucho peor de lo que esperábamos. Se creó un ambiente raro". Acto seguido, el monegasco lo comparó con la situación que ahora afronta con Carlos Sainz: "Por suerte, la mentalidad cambió y ahora hay una gran motivación colectiva".
No es que en Ferrari hayan sentado mal las declaraciones de Leclerc, aunque en Maranello prefieren enterrar de una vez los rescoldos del pasado Mundial. De hecho, dan más altavoz a los elogios del compañero de Sainz hacia el español. "Está aportando la experiencia de otros equipos, que es muy interesante, nuevos caminos para explorar. Tiene talento y es interesante ver los datos que ofrece sobre el coche y compararlos", dijo. Leclerc y Sainz tuvieron funciones diferentes durante las pruebas de la pasada semana. De este modo, la primera comparación real llegará dentro de dos fines de semana, en el primer Gran Premio de la temporada.