Alonso, Sainz y Hamilton coinciden en sus entrenos: la 'moda' del esquí de travesía
Fernando Alonso, Carlos Sainz, Charles Leclerc y Lewis Hamilton ultiman su preparación física y mental antes del inicio del Mundial de Fórmula 1 el próximo mes de marzo. Todos ellos no solo tienen en común ser de los mejores pilotos de la parrilla, si no también haber apostado por el mismo tipo de entrenamiento: el esquí de travesía.
Los cuatro pilotos han compartido vídeos durante esta pretemporada donde se les ha visto hacer esquí de travesía, un deporte que aunque no lo parezca, tiene muchas cosas en común con la Fórmula 1. Los cuatro pilotos, excepto Hamilton, han elegido, además, la misma zona geográfica para hacerlo: los Alpes italianos, y más en concreto, Bolzano y el valle de Gardena.
La 'moda' del esquí de travesía ha llegado a la Fórmula 1 y es que no es casualidad que los cuatro pilotos, con sus cuatro preparadores físicos diferentes, hayan basado sus entrenamientos en el mismo deporte. Los beneficios del esquí de travesía, aplicados a su rendimiento como pilotos, son tremendos.
¿En qué consiste el esquí de travesía?
El esquí de travesía es una de las disciplinas más practicadas por los amantes de los deportes de invierno. La premisa es fácil, basta con ponerse unos esquís y recorrer kilómetros y kilómetros andando por montañas con una buena densidad de nieve natural.
Este deporte ayuda a los pilotos a entrenar en ritmos cardíacos y de respiración muy semejantes a los que experimentar cuando se suben en sus monoplazas. El esquí de travesía permite mantener un nivel aeróbico continuado y controlado en el que se puede fijar el límite máximo de pulsaciones durante el tiempo que el deportista desee.
El movimiento continuado tanto de brazos como de piernas permite fortalecer el tronco superior e inferior, las partes más utilizadas por Alonso, Sainz, Hamilton y compañía durante una carrera de Fórmula 1 y todo ello, sin lesionarse. Y es que una de las grandes ventajas del esquí de travesía es lo poco lesivo que es este deporte y lo poco que recarga las articulaciones de quienes lo practican. Un 'win-win' para entrenar al máximo sin correr ningún tipo de peligro.