El Gran Premio de Bélgica se postula como un punto de inflexión en el Mundial de la Fórmula Uno. Spa-Francorchamps será el último escenario del mes de julio y donde nos despediremos durante las cuatro próximas semanas, generando la necesidad en los pilotos de hacer una buena actuación para quedarse con buen sabor de boca.
Las escuderías cada vez están más niveladas pero con el mismo dominio de un Max Verstappen aunque, por la sanción en los libres por cambiar la caja de cambios, fue sancionado con cinco segundos partirá sexto, dándole la pole a Charles Leclerc.
El mismo reto que en Hungría tendrán Sainz y Alonso: conseguir la mejor posición posible. Cuarto y noveno respectivamente, el trabajo de ambos no será fácil si no quieren bajar en la clasificación general.