Carlos Sainz ya está enfocado y centrado en el 2024. El piloto de Ferrari, pese a estar algo desparecido en las redes sociales, ha tenido una primera prueba de fuego con el próximo prototipo. Un monoplaza que sigue en desarrollo pero cuya base es más que satisfactoria. Es el propio Sainz quien confirma que las diferencias que ha notado en el simulador son positivas, un paso adelante alentador para hacer del próximo curso un punto de inflexión positivo.
Tras tener un 2023 donde Carlos Sainz se ha convertido el único en ganar a los Red Bull, la expectativa es máxima. No será una tarea sencilla, pero el español tiene claro que Ferrari es capaz de plantar cara durante todas las carreras. Más allá del desarrollo del coche 2024, otro punto a tener en cuenta es la renovación tanto de Sainz como de Charles Leclrec. En principio, ambas van por el buen camino.
"El coche de 2024 ciertamente se comporta de manera diferente que el SF-23, pero creo que hasta que no pongamos el coche en la pista con 100 kilos de gasolina y neumáticos usados, será imposible entender cómo trata realmente a los neumáticos, cómo se comporta sobre el ritmo de carrera y cómo nuestro ritmo se verá afectado", reconoce el español en declaraciones recogidas por Motorsport.
"Ahora tenemos que concentrarnos en entender por qué el coche es fuerte en ciertas condiciones y por qué, en cambio, es débil en otras pistas y en otros tipos de curvas. Hay aspectos del SF-23 que me gustaría ver. Creo que si queremos tener un coche para todo el año, tal vez tengamos que renunciar a algunas características para asegurarnos de que somos rápidos en todas partes, especialmente en la carrera", explica un Sainz que espera ver una clara evolución de su monoplaza.