El Mundial de Fórmula 1 terminó hace unas semanas y poco a poco se va haciendo un balance general de absolutamente todo. De las victorias, de los podios, de las vueltas rápidas y de los gastos que cada piloto ha provocado a sus respectivas escuderías. Esta última clasificación, la denominada 'Mundial de destructores', es la que nadie quiere liderar, la que corrobora la buena o mala suerte que se ha tenido durante la temporada y la que decide, en algunos casos, si vale la pena apostar por uno o por otro.
Quienes pueden respirar tranquilos son nombres como Max Verstappen, George Russell, Valtteri Bottas o Fernando Alonso. Todos ellos no han tenido muchos problemas de fiabilidad en sus monoplazas y no han protagonizado muchos accidentes a destacar. Ello provoca que sus respectivas escuderías han supuesto un gasto inferior por los destrozos causados en sus coches. En el caso de Verstappen, es el colista.
Todo lo contrario sucede con Logan Sargeant. El estadounidense es quien más gasto a provocado para Williams. Un dato que, sumado al de su compañero Alexaner Albon, hace que la escudería lidere la tabla personal con casi siete millones de euros de gasto. Siguiendo a Sargeant está Carlos Sainz. El español hizo gastar mucho dinero a Ferrari colateralmente, ya que el incidente de Las Vegas... Un contexto opuesto a Charles Leclerc, quien se sitúa en la zona media de la clasificación.
La comparativa en Aston Martin también llama la atención. Fernando Alonso es de los pilotos que menos ha hecho gastar a su equipo; Lance Stroll, por el contrario, se encuentra en el top cinco. Por último, como sorpresa, cabe apuntar que Checo Pérez se ubica en la tercera posición.