Será uno de los momentos más recordados del 2023. Lo sucedido en el Gran Premio de Las Vegas de Fórmula 1 con las alcantarillas marcará un antes y un después. Un estreno que se antojaba por todo lo alto, pero que entró en la memoria de todos los aficionados tras los claros problemas de Carlos Sainz y su Ferrari. Y es que nada más empezar los primeros entrenamientos libres en el trazado americano, el piloto español sufrió un accidente bastante grave. Por suerte, se quedó todo en un susto. Eso sí, la FIA no dudó en sancionarle con diez posiciones.
"Me pongo en el lugar de Sainz y sé que él sufrió una injusticia, pero no creo que conmigo se haya hecho lo mismo. Como director del equipo tengo la responsabilidad de los 2.500 empleados y sus bonificaciones, que varían bastante entre una segunda y una tercera posición en la clasificación del Mundial de Constructores. Tienen que pagar hipotecas, impuestos y escuelas para sus hijos. Cualquier director de equipo en mi posición habría hecho lo mismo porque si tienes la posibilidad de sancionar a un coche rival tienes que hacerlo", reconoce Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes, en planetf1.com.
Porque la realidad es que, con la normativa en la mano, la sanción es totalmente legítima. No obstante, el hecho de que fuera un error del circuito provocó una tensa situación en el paddok. "Poniéndome en la piel del piloto, Carlos Sainz, seguramente fue una injusticia", añade el austriaco.
"El concepto de fuerza mayor es difícil de definir. ¿Si pasas por un piano y destrozas tu coche no es fuerza mayor? ¿Si otro piloto tiene un error de cálculo y y provoca un accidente que golpea a uno de tus pilotos y destruye su coche, ¿no es eso fuerza mayor?. Si un pájaro se posa sobre ti y daña tu coche, ¿no es fuerza mayor? El reglamento no cubre estos casos. Ciertamente tenemos que pensar en ello", zanja el dirigente de Mercedes.