El Gran Premio de Australia ha dejado muchas historia, y solo se han disputado los dos primeros entrenamientos libres. La pista de Albert Park siempre es muy juguetona, que se lo digan a Alex Albon entre otros. Quien también ha sufrido de lo lindo son nombres como Fernando Alonso, Max Verstappen, Lewis Hamilton o George Russell. Todos ellos han tenido algo en común: el bottoming. Cuando un monoplaza supera ciertas velocidades, poder controlar la dirección del vehículo se convierte en una profesión de alto riesgo. Más aún, si sucede en Australia con unos muros muy cercanos.
Durante la disputa de los primeros entrenamientos libres, la retahíla de nombres mencionados anteriormente tuvieron diversos sustos. Momentos en los que sus respectivos monoplazas avisaron de que el límite estaba muy cerca o que, directamente, se había sobrepasado. Uno de los momentos más virales lo protagonizó el propio Alonso, quien se fue a la grava y terminó derrapando y controlado su AMR24. Con problemas en esa sesión, la mejoría sí se notó en el FP2.
Pero, ¿qué es el bottoming? La explicación es muy sencilla y nada compleja, y tiene que ver con la falta de agarre que existe en momentos puntuales. Es, en definitiva, una situación donde el coche golpea violentamente el asfalto porque la suspensión ha llegado al final del recorrida. La pérdida de agarre sucede por culpa del aire sucio de otro monoplaza o por encarar a fondo una curva con los neumáticos con una presión algo baja.
"Siempre es complicado aquí en Albert Park: las gomas de la pista se endurecen bastante y el agarre cambia. Eso me llevó a pasar por la grava en la curva 10 durante la FP1, por lo que tuvimos que cambiar el suelo durante la sesión. Nuestro programa se vio un poco comprometido debido a eso, pero la FP2 se desarrolló sin problemas y completamos todo lo que nos propusimos hacer", reconocía Fernando Alonso en DAZN.
En definitiva, Alonso ya ha protagonizado una de las salvadas del fin de semana. Al piloto asturiano se le fue de atrás, entró en la grava, y con una gran maestría, domó el AMR24 para salir de la grava sin dañar el coche. Cualquier otro hubiese perdido el coche por completo y hubiese ido directo contra el muro, pero no él. La secuencia se ha hecho muy viral en redes sociales, y hay quienes apuntan que esos reflejos felinos del piloto asturiano tienen mucho que ver con la etapa que Alonso pasó en el Dakar.