Fernando Alonso no está teniendo un fin de semana fácil en Australia. El piloto asturiano solo ha podido ser décimo en la clasificación de este sábado tras una salida de pista en la Q3 que dio al traste con sus aspiraciones de conseguir un buen puesto en la parrilla de este domingo.
El bottoming se ha convertido en un problema para los pilotos en Melbourne y Fernando Alonso y Aston Martin lo están sufriendo especialmente. Tras dos carreras disputadas, ya sabemos los puntos fuertes y débiles del AMR24. Un coche rápido a una vuelta pero que degrada en carrera y pierde ritmo con Ferrari y Red Bull. Sin embargo, ahora parece habérsele sumado un nuevo problema, la inestabilidad.
El monoplaza de Fernando se ha vuelto muy inestable, o al menos, en Australia. El piloto de Oviedo está intentando exprimir al máximo al AMR24 y eso le ha costado dos excursiones por la grava. Especialmente dañina la de la Q3, que dejó tocado el fondo plano y sin aspiraciones para el último intento de clasificación. Y a todo ello hay que sumarle que el piloto asturiano no está teniendo su mejor fin de semana, en parte, por esa inestabilidad del monoplaza que hace imposible llevar su conducción al extremo. Magic está intentando compensar la falta de ritmo del coche con una conducción extrema y eso lleva a cometer errores.
Pese a esa décima posición y a estar bastante lejos de la cabeza, e incluso por detrás de su compañero Stroll -y eso si que es novedad- Alonso se mostró positivo en poder coger unos buenos puntos en la carrera que tendrá lugar este domingo: "Entramos con los dos coches en Q3 y eso es una buena noticia, los puntos son posibles. Hemos sido algo menos competitivos que en Yedda, ha sido todo más problemático en cuanto a ritmo. Hay que ir al límite".