El sufrimiento común de Carlos Sainz y Max Verstappen lejos de la F1: "Los rallies son más peligrosos"
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Los padres de Max y Carlos están implicados en los rallies
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Reconocen que sufren mucho viéndoles competir
Carlos Sainz y Max Verstappen tienen muchas cosas en común. Los dos de la cantera de Red Bull, están en el Mundial de la Fórmula 1, pueden volver a ser compañeros de equipo en 2025 y tienen a sus respectivos padres compitiendo en diferentes Campeonatos de Rallies. En este sentido, y durante el GP de Suzuka, ambos reflexionaron sobre cómo es verles en acción. La conclusión es muy clara: pasan una pena terrorífica. Para el madrileño, ver a su padre ganar el Dakar -entre otras cosas-, forma parte de un cúmulo de sensaciones de orgullo; aún así, reconoce que estaría más tranquilo viéndole en casa.
"Veo más el peligro cuando corre mi padre que cuando corro yo. Tiene 62 años y ha tomado muchos riesgos en su vida… ¡No ceso de pregúntale porqué continua! Cuando podría estar en casa y jugar a golf conmigo o pasar más tiempo con mi madre. Pero continua emperrado en hacer el Dakar y dos o tres rallies más por año. Y no hay ninguna posibilidad de que la familia lo disuadamos", reconocía Sainz en declaraciones recogidas por SoyMotor.
Carlos Sainz, Max Verstappen y un sufrimiento extra
"Sea bueno para calmar a mi padre, dejarle hacer lo suyo tres o cuatro semanas al año, sobre todo el Dakar… pero, de verdad, algunas veces me pregunto ¿cómo lo hace para pilotar así en el Dakar? Los pilotos toman muchos riesgos en esta prueba, los accidentes son impresionantes… pero al menos los coches ofrecen mucha seguridad, pero él arriesga mucho más que yo, seguro", insiste el piloto de Ferrari.
Pero no solo Sainz tiene anécdotas o sufre viendo a su padre competir. Verstappen va en la misma línea. Hasta cuenta una anécdota donde Sainz y Verstappen (padres) se juntaron para repasar sus respectivos accidentes al volante. "Mi padre comenzó hace un par de años a correr rallies y cuando veo las imágenes de su cámara 'on board' pienso que corre muchos más riesgos que yo. En Bahréin vi que nuestros padres se mostraban imágenes de sus accidentes y sustos y se iban diciendo, '¡mira, mira!, esto si que ha sido un buen susto'", añadía Max.